¿Medicina Letal o farmacéutica voraz?
Placeres
‘Medicina letal’ es la miniserie de Netflix que aborda la crisis de los opiáceos y nos deja claro que la industria farmacéutica debe ir de la mano de la ética, porque si no, todo se vuelve un desastre, tal como vemos en esta historia. Las ganancias por las ganancias, sin tomar en cuenta al consumidor, al final nunca es buen negocio.
Arturo Rivas
No es la primera vez que vemos en pantalla la historia de la crisis de opiáceos en la historia reciente. Ya antes habíamos visto ‘Dopesick‘, la miniserie de Disney+, protagonizada por Michael Keaton, que detalla el maremoto que se desata con la introducción del oxycontin en el mercado.
Ahora, Netflix se aventura en su propia versión de esta oscura historia con ‘Medicina letal‘ (también conocida como ‘Painkiller‘). Compuesta por seis episodios, ‘Medicina letal‘ llegó a la plataforma streaming en agosto y se convirtió rápidamente en uno de los títulos más populares a nivel mundial.
La serie llega en un momento oportuno y controvertido, ya que Estados Unidos enfrenta una nueva crisis de opiáceos por miles de muertes, sobre todo de jóvenes; esta vez la contingencia se da con el fentanilo (que ha provocado que a nuestro país se le acuse de ser productor del mismo, lo que el gobierno mexicano ha negado reiteradamente), lo que hace que la serie sirva como un espeluznante recordatorio de lo que ocurrió hace relativamente poco tiempo.
Adictos y más adictos
Sin embargo, ‘Medicina letal‘ enfrenta el desafío de no quedar a la altura del éxito de ‘Dopesick‘, y las comparaciones son inevitables. A pesar de sus intentos de ofrecer un enfoque diferente, la serie se ve atrapada en los mismos temas comunes: los Sackler y Purdue, los vendedores -que en México conocemos como representantes médicos-, los médicos y las personas comunes que se vuelven adictas, entre otros.
Creada por Micah Fitzerman-Blue y Noah Harpster, junto con la dirección de Peter Berg, la miniserie se centra en Edie Flowers (interpretada por Uzo Aduba), una investigadora de la fiscalía encargada de desentrañar la historia de Purdue Pharma y el OxyContin. La trama se entrelaza con la historia de una joven vendedora recién reclutada (West Duchovny), un mecánico (Taylor Kitsch) que recibe una receta de oxycontin tras un accidente, la familia Sackler (liderada por Matthew Broderick) y los intentos de la fiscalía por abrir una investigación.
Un aspecto destacado del guión de ‘Medicina letal‘ es su elección de abordar la historia de Purdue y los Sackler desde una perspectiva humorística, aunque sin minimizar la gravedad de sus acciones. Sin embargo, esta decisión no logra funcionar de manera efectiva, sobre todo si se le compara con otras series de otras plataformas que han ganado la audiencia en el mundo.
Sobreexposición de datos
En general, a pesar de lo interesante del tema y de la historia que cuenta, ‘Medicina letal‘ sufre de una narración deficiente. Las transiciones y secuencias carecen de pulimento y precisión, lo que hace que la serie a veces se sienta tosca y con cabos sueltos. Al igual que ‘Dopesick‘, el guión no logra resolver eficazmente la tarea de proporcionar información, lo que resulta en una sobreexposición de datos y una serie de frases que parecen extraídas directamente de fuentes escritas.
Aunque ‘Medicina letal‘ toca los temas adecuados y presenta una visión precisa del panorama de los opiáceos y la industria farmacéutica, esta sobrecarga de información conduce a una desconexión emocional con los personajes y a la sensación de que la serie no logra rematar los momentos clave y los arcos que desarrolla a lo largo de los episodios.
Ganancias por ganancias
En última instancia, ‘Medicina letal‘ es una miniserie efectiva que resulta entretenida, pero carece de una dirección clara y solidez en su narrativa. Es una lástima, ya que historias como éstas son de vital importancia y merecen una representación que esté a la altura de su relevancia.
Lo único que nos deja claro esta serie es que la industria farmacéutica debe ir de la mano de la ética, porque si no todo se vuelve un desastre, tal como vemos en la serie. Las ganancias por las ganancias, sin tomar en cuenta al consumidor, al final nunca es buen negocio.