«Mi lonchera se ha vuelto mi mejor amiga»
Testimonios
Laura Daniela Limón Balcázar empezó su dieta el 16 de enero de 2019, con 29 años a cuestas y más de 130 kilos de peso. Ella mide 1.68, así que su peso ideal debe rondar los 68 kilos, por lo cual pesaba casi el doble. Su meta era clara: bajar 62 kilos. A casi un año de tratamiento, ha bajado 61 kilos.
Misael Macías
La principal motivación de Laura Daniela fue la idea de estar en su peso, verse mejor, poder ponerse la ropa que siempre había querido y no solo la que le quedara. En su casa, René, su esposo, la apoyó desde el principio y así ha sido en todo momento. Al inicio, él marcó su raya, le leyó la cartilla y le dijo que era algo que ella tenía que hacer por sí misma, que él no necesitaba estar a dieta y no la iba a hacer.
Ella cocina para su esposo y su mamá -con quien convive los fines de semana-, pero no prueba la comida, a pesar de que, en sus palabras, «todo huele riquísimo». Entró a al sistema Pronokal -dieta cetogénica con bases científicas- con muchas ganas, fuerza y motivación, tanto, que a casi un año del inicio de su tratamiento no ha roto la dieta ni una sola vez, lo que da idea de su fuerza de voluntad y de la firmeza de su convicción.
Reconoce que, de pronto, sí se le antoja esa comida que consumía antes, que huele y se ve muy bien, como unos ricos tacos, por ejemplo, pero siempre ha tenido la fuerza de voluntad de decir “no” cuando alguien se los ofrece.
Siempre estar hidratada
Resalta que a pesar de lo que se piensa comúnmente, no ha dejado de convivir con la gente ni ir a reuniones, para lo cual se lleva su lonchera, que se ha convertido en su mejor amiga, con su proteína y agua mineral, para siempre estar hidratada.
También, ha procurado estar cerca de Pronokal México y sus redes sociales, sobre todo para estar informada. La información que la empresa da impresa cuando uno inicia el tratamiento, la trae siempre en el teléfono para salir de dudas, además del teléfono de la doctora Leslie González, quien la ha acompañado desde el principio.
La verdad es que Laura Daniela se hizo de una disciplina y todo lo hace conforme a los horarios. “Siempre traigo lo que me toca comer a la hora que me corresponde”.
En esta parte comparte que los productos Pronokal, a pesar de que no son comida, sí son proteína de alta calidad, le han gustado bastante a su paladar y la han ayudado a conseguir su meta. Sobre todo, “me encantan las galletas wafers vainilla, las barritas doble chocolate, grissines tomate, la tortilla de harina, la malteada de chocolate y el pan artesano, entre otros”.
A punto de llegar a la meta
En 11 meses de tratamiento, revela, ha bajado la impresionante cantidad de 61 kilos, por lo cual, al momento de esta entrevista, está a solo un kilo de llegar a su meta, lo cual la llena de mucha felicidad y entusiasmo. «Nunca he roto la dieta y me he mantenido en estado cetogénico, lo que me ha permitido bajar de peso de manera acelerada».
Y confiesa: “Nosotras como mujeres somos más vanidosas. Cuando uno está gordita no se puede poner la ropa que uno quiere. No obstante, ahora puedo ponerme la ropa que quiero y no la que haya o la que me queda. Puedo usar tacones y hacer muchas cosas que ya no podía”.
Aunado a ello, dice, “puedo subir tres pisos sin sofocarme y sin sentir que me va a dar un infarto, lo cual es suficiente motivación para no dejar la dieta. Me gusta cómo me veo y cómo me siento. Me gusta el cambio en mis hábitos, el gusto por la comida saludable, las ensaladas. Mis estudios de laboratorio son de quinceañera. Todo eso me hace decir ‘no’ a la comida que huele rico y se me antoja”.
Es caro para la mayoría, pero sin duda lo vale
Desde su perspectiva es un tratamiento caro para la mayoría, pero sin duda lo vale. Al mes más o menos se gastó, en Paso 1 y Paso 2, alrededor de 22 mil pesos, con todo y consultas y exámenes de laboratorios. Después, el costo de los productos baja considerablemente, sobre todo porque se van tomando menos productos de Pronokal.
Confiesa que ella no es rica ni tenía ahorros para hacer el tratamiento, pero la persona que la invitó, una gran amiga suya, María Eugenia, ha sido quien ha corrido con gran parte de los gastos. Esta amiga, ahora que ve a Laura Daniela, no lo puede creer y le dice que ha aprovechado al máximo su oportunidad.
Cuando llegue a su meta de peso en este diciembre y la den de alta en Pronokal, viene el gran reto de mantenerse en peso y el estilo de vida, seguir comiendo sano, comer cinco veces al día, lo cual es fundamental. “Debo mantener el cambio para siempre, seguir motivada”.
Una experta en el buen comer
En este tiempo de tratamiento, Laura Daniela se ha vuelto una experta en qué sí se puede comer y qué no, ha aprendido a comer, porque además de la orientación de la doctora Leslie González y de las nutriólogas de Pronokal, ha leído sobre el tema más que nunca, porque no solo ha invertido dinero, sino su salud misma.
Relata que no ha hecho uso de los servicios de Pronokal, ni el gimnasio, couch emocional ni los talleres de cocina. “En realidad, me queda muy lejos, yo vivo por Santa Fe y Pronokal está en la Colonia Del Valle, así que no, está fuera de mi ruta, de mi alcance, yo he estado en un gimnasio aparte y en mi casa hago rutinas, tengo ligas”.
Laura es muy organizada, así que nunca ha olvidado el producto Pronokal, y de hecho, siempre carga de más, por si salen cosas fuera de la agenda diaria. Hasta la fecha nunca ha tenido emergencias y ha podido seguir en el régimen sin dar un solo traspié.
El compromiso es conmigo
La gente que la rodea fuera de su casa, por ejemplo en su trabajo, en Ingenes, la han reconocido por su esfuerzo, pero también se ha encontrado con personas mala onda, envidiosa, que no le hacen mella, porque su principal motivación es llegar a su meta. “El compromiso es conmigo, así ha sido y así será”.