Yo me llevo los bastones…
Columna Analogías
Deleguemos con efectividad, así serán menos nuestras tensiones, construiremos gente, tendremos más tiempo para otros proyectos y ¿por qué no? También tendremos más tiempo para jugar golf.
César Solares Ponce de León
Tan solo imagine este escenario:
Está a punto de iniciar un torneo de golf de parejas, su compañero sale primero y después usted, en ese momento, carga la bolsa de su compañero y la propia también, dejando a los caddies sorprendidos; acto seguido, usted comienza a caminar cargando todos los bastones.
En la vida real, en un torneo de golf, difícilmente se vería una escena como ésta, sin embargo, en el ámbito empresarial es muy común ver algo similar.
Déjeme explicarle:
Muchos ejecutivos terminan cargando las “bolsas”, tareas o proyectos, sin apoyarse correctamente en los demás, en pocas palabras, no delegan efectivamente.
En un cuestionario de 10 preguntas que realizamos a directivos y ejecutivos de diferentes empresas, más de un 80 % contestó afirmativamente a varias de éstas:
- ¿Cuando delega una tarea, termina usted realizando todo o parte de ella?
- ¿Considera que si no la hace usted, los demás difícilmente la harían mejor?
- ¿Se lleva trabajo a casa?
Todo lo hace Juan…
En una ocasión, el director general de una empresa multinacional me comentó que existía la posibilidad de ascender a una persona dentro del organigrama, era una promoción que, sin duda, representaba una buena oportunidad.
Algunos al interior de la organización le aconsejaban que Juan fuera la persona que debería tener ese puesto, porque tenía conocimiento y experiencia en lo que hacía, sin duda el mejor, pero tenía algo en contra: todo lo hacía él, si Juan dejaba el puesto para subir, no había nadie que lo reemplazara, por lo que no había quién se quedara a cargo, y lo que es peor, el director general sabía que Juan no tenía habilidades para desarrollar gente.
Delegar es crucial, pero muy pocos lo hacen
Si delegar correctamente es tan importante, ¿por qué muchos gerentes y directivos no lo hacen?
Una de las respuestas más comunes es, «porque no saben cómo», también, porque temen que la otra persona lo haga mejor, o bien, porque piensan que los otros no lo harían bien.
Desarrollar el potencial de otros
Lo que es un hecho es que las organizaciones que crecen más rápido, son aquellas que cuentan con personas que desarrollan no tan sólo su potencial, sino el de otros.
Si existiera una manera de que usted tuviera más tiempo disponible y además ayudara a su gente a crecer, estoy seguro que le gustaría conocerla, ¿no es así?
Misión: delegar con efectividad
A continuación, encontrará los pasos indicados que lo llevarán a delegar efectivamente la próxima vez:
- Identifique la necesidad. Visualice la situación deseada y los resultados que se esperan de cierta tarea o proyecto.
- Seleccione a la persona adecuada. Es aquella que, en su opinión, tiene el potencial suficiente para responder a esa responsabilidad.
- Planeé la delegación. Asegúrese que conoce el resultado final de lo que pedirá, la mayoría de los gerentes o directivos, delega por actividad y no por resultado, por ende, no faculta a la otra persona, sino que la hace dependiente en cierta forma.
- Llame a una junta de delegación. Indique a la otra persona lo que se espera de ella, pero no le diga cómo hacerlo.
- Solicítele un plan de acción. Recuerde: “Las personas apoyan aquel mundo que ayudaron a crear”. La mayoría de las personas que delegan omiten este punto y son ellos los que indican cómo hacerlo, eso sólo hace que la gente cumpla, sin embargo, se llevará agradables sorpresas cuando vean que las ideas de los otros, son muchas veces mejores que las de nosotros mismos, y lo más importante, ellos no sólo cumplirán, sino se comprometerán, porque van de por medio sus propias ideas.
- Revise el plan. Empate sus ideas con las de ellos y lleguen a un acuerdo.
- Implemente el plan. Dele su total apoyo.
- Haga un seguimiento de lejos. Absténgase de intervenir a menos de que sea necesario.
Construir personas…
Deleguemos con efectividad, así serán menos nuestras tensiones, construiremos gente, tendremos más tiempo para otros proyectos y ¿por qué no? También tendremos más tiempo para jugar golf.