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¿Será el Plan Kershenobich un parteaguas para la salud en México?

Columna VALID

El nuevo Plan de Salud, presentado por el secretario David Kershenobich, prioriza la atención primaria, la medicina preventiva y la cobertura universal para lograr un sistema de salud más inclusivo y accesible.

Fausto Hernández Montiel

El recién anunciado Plan de Salud 2024-2030, encabezado por el flamante secretario de Salud, David Kershenobich Stalnikowitz, marca una ambiciosa hoja de ruta para el sistema de salud en México. Este plan, que busca consolidar y expandir las estrategias implementadas durante la administración anterior, es un esfuerzo por enfrentar los retos que aquejan al sector, como la falta de cobertura universal y la elevada prevalencia de enfermedades crónicas.

Bajo la dirección de la presidenta Claudia Sheinbaum, dicha propuesta se centra en reforzar el sistema de salud pública, particularmente el IMSS-Bienestar, y promover la medicina preventiva como eje central para mejorar la calidad de vida de los mexicanos.

Un enfoque renovado hacia la atención primaria

Sin duda, la atención primaria es la piedra angular del nuevo plan, la cual pretende convertirse en el mecanismo clave para asegurar que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios médicos esenciales. En México, la fragmentación del sistema de salud ha generado inequidades significativas, donde las regiones rurales y marginadas sufren de un acceso limitado o inexistente a atención médica de calidad.

El fortalecimiento del IMSS-Bienestar, una de las principales iniciativas de este plan, promete corregir esta situación al eliminar las barreras que han impedido a millones de mexicanos recibir atención adecuada.

En este contexto, el secretario Kershenobich señaló que uno de los objetivos primordiales de la administración de Sheinbaum es garantizar la cobertura universal de salud, sin importar si los ciudadanos cotizan en el sistema de seguridad social. Esto no solo busca llenar los vacíos que deja el sistema actual, sino también consolidar una red de atención más robusta, inclusiva y eficiente. Para ello, la coordinación entre las distintas instituciones de salud públicas y privadas será esencial, con el objetivo de garantizar que todas las personas, sin importar su ubicación geográfica, puedan acceder a servicios básicos de salud.

Medicina preventiva: una respuesta a las enfermedades crónicas

Otro de los pilares del plan Kershenobich es el impulso a la medicina preventiva. México ha visto un aumento alarmante en la prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, la hipertensión y la obesidad, que representan una carga tanto para el sistema de salud como para las familias afectadas. La propuesta del secretario de salud es clara: prevenir antes que curar. Para ello, se implementarán protocolos nacionales de atención médica, obligatorios tanto para el sector público como privado, que estarán enfocados en la detección temprana y el tratamiento eficaz de estas enfermedades.

Este enfoque preventivo es especialmente relevante en un país donde el 75% de la población adulta tiene sobrepeso u obesidad, condiciones que incrementan el riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes tipo 2 y problemas cardiovasculares. Al centrarse en la prevención, Kershenobich no solo está atacando el problema en su raíz, sino que también busca aligerar la carga que estas enfermedades imponen sobre los recursos del sistema de salud.

Además, la estrategia de atención preventiva se extiende a los primeros 1,000 días de vida de los niños, un periodo crucial para su desarrollo. El plan incluye un conjunto de acciones específicas para garantizar una adecuada nutrición y seguimiento médico durante esta etapa, lo que permitirá mejorar significativamente la salud infantil en todo el país.

Innovación en la atención a adultos mayores

Una de las iniciativas más destacadas y novedosas del plan es el programa «Salud Casa por Casa», que tiene como objetivo llevar servicios médicos directamente a los hogares de los adultos mayores. Es importante decir que esta iniciativa ya se había llevado a cabo en la Ciudad de México, pero ahora la intención es extenderla a las 32 entidades.

Este grupo poblacional de los adultos mayores, que representa un segmento vulnerable y creciente de la sociedad mexicana, enfrenta dificultades significativas para acceder a los centros de salud. A través de este programa, se espera brindarles la atención médica que necesitan sin la necesidad de desplazarse.

El programa estará respaldado por un centro de apoyo telefónico disponible las 24 horas del día, los siete días de la semana, lo que permitirá a los médicos y enfermeras recibir asesoramiento en tiempo real para ofrecer una atención más precisa y oportuna. Este enfoque no solo descomprimirá los hospitales, reduciendo la saturación de los servicios de urgencias, sino que también asegurará que los adultos mayores reciban cuidados continuos, especialmente aquellos que viven en zonas remotas.

El desafío del dengue: una crisis en aumento

Otro gran reto es el dengue, una enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti, ha tenido un impacto creciente en México, particularmente en las zonas tropicales del país. En respuesta a esta amenaza, Kershenobich anunció la implementación de un programa nacional de seis años para contener su avance. Esta estrategia busca coordinar esfuerzos entre los gobiernos locales y federales, con el objetivo de mitigar la propagación del virus y reducir la carga que representa para el sistema de salud.

El éxito de este programa dependerá en gran medida de la capacidad de las autoridades para movilizar recursos, implementar campañas de concientización y mejorar el control del mosquito transmisor en las áreas más afectadas. Además, la colaboración con el sector privado, que podría incluir el desarrollo de nuevas tecnologías y vacunas, será crucial para lograr resultados tangibles.

¿Un futuro prometedor para la salud en México?

El Plan de Salud 2024-2030 presentado por Kershenobich es ambicioso y plantea una serie de acciones que, si se implementan correctamente, podrían transformar el sistema de salud mexicano. Sin embargo, el reto será monumental. La falta de financiamiento adecuado, la burocracia y la resistencia al cambio en algunas instituciones públicas podrían representar obstáculos significativos. Además, la situación económica del país, que afecta directamente la asignación de recursos, será un factor determinante en la ejecución de este plan.

No obstante, la dirección que ha tomado la administración de Sheinbaum parece estar alineada con las necesidades urgentes del país. El enfoque en la atención primaria y la medicina preventiva representa un paso en la dirección correcta, y el fortalecimiento del IMSS-Bienestar podría ser una de las soluciones más efectivas para garantizar una cobertura universal. La implementación de programas innovadores como «Salud Casa por Casa» y la estrategia para contener el dengue demuestran un compromiso claro con la mejora del bienestar de los mexicanos.

El éxito de este plan dependerá de la capacidad de las autoridades para superar los retos y trabajar en conjunto con todas las partes involucradas. Si se logra, México podría estar en camino a un sistema de salud más equitativo, inclusivo y sostenible.

Fausto Hernández Montiel

Ha trabajado en la Industria Farmacéutica mexicana desde 1987, en las áreas de Planeación de Producción, Manejo de Almacenes, Abastecimientos, Investigación de Mercados, Desarrollo Comercial y Ventas de Maquinaria, Materias Primas y Servicios. Desde 2013 ocupa es director general en VALID (www.validpro.com.mx), empresa dedicada a brindar servicios de capacitación y validación en empresas del ramo de la salud. Su correo electrónico es: fausto@validpro.com.mx

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