Por un mejor control para el SII
- Las emociones son un detonante más del SII. Se ha demostrado que el eje Intestino–Cerebro se vincula con la presencia de este padecimiento.
- Los probióticos contribuyen al control de síntomas como la diarrea y el dolor abdominal.
Misael Macías
El Síndrome de Intestino Irritable (SII) es un padecimiento con una importante frecuencia en la población mexicana. Al respecto, la doctora Beatriz Barranco Fragoso, gastroenteróloga y endoscopista del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, resalta:
“Se publicó en el Consenso Mexicano del Síndrome de Intestino Irritable, que la incidencia y prevalencia de esta condición es muy variable, entre un 3 y hasta un 35%, al tomar como base los diversos criterios médicos”.
Problema multifactorial
La especialista advierte que el SII es un problema multifactorial, que puede agravar sus síntomas debido a agentes tan variados como antecedentes de infección bacteriana, grupos de alimentos, o incluso, condiciones psicosociales.
Barranco Fragoso abunda: “En las décadas recientes, los investigadores se han enfocado a lo que se conoce como un eje neurogastrointestinal o intestino-cerebro, en el que juegan un rol preponderante una serie de factores que vienen a través del sistema nervioso central, como son los neurorreceptores que generan cambios en la mucosa gastrointestinal ocasionado un síntoma de diagnóstico del SII, el dolor abdominal”.
Cuatro tipos de SII
Esta molestia abdominal, confirma la doctora, puede prolongarse hasta por más de tres meses, donde, de hecho, hay cambios en la frecuencia de las evacuaciones, puede ser estreñimiento o incluso diarrea. Por eso, se dice que existen cuatro tipos de SII:
- Con predominio a estreñimiento.
- Con predominio a diarrea.
- Mixto
- Inespecífico.
Por un adecuado diagnóstico
Este conjunto de signos y síntomas, reconocidos como un trastorno funcional digestivo, no son curables, pero sí pueden controlado de manera adecuada. Sin embargo, resalta la doctora, «para su adecuado diagnóstico, es fundamental que el paciente vaya a consulta con el médico, así como evitar el abuso de laxantes y supositorios, además de la automedicación».
La galena añade que existe una enorme presión emocional en los pacientes con SII, que incluso puede derivar en un tratamiento multidisciplinario, para mejorar su control y su calidad de vida.
Probióticos, con impacto positivo en la probiota
“En el tratamiento del SII, por lo general se recomienda aumentar la actividad física, bajar de peso. En la última década en la Asociación Mexicana de Gastroenterología, los médicos han realizado estudios sobre el uso de los probióticos para los padecimientos de tipo funcional; estos estudios continúan, sin embargo, hoy se sabe que los probióticos, usados como suplementos, tienen un impacto positivo en la probiota intestinal, así como en el control de la diarrea y del dolor abdominal”, concluye la doctora Barranco Fragoso.