Disminuir la tasa de replicación del virus
La investigación clínica detrás de la lucha
Columna ACROM
“Cuanto mayor sea el nivel de transmisión del virus SARS-CoV-2 en las poblaciones, más probable será que se produzcan mutaciones virales y aparezcan nuevas variantes. Esta es una de las razones por las que frenar la transmisión es tan importante”: Jairo Méndez Rico, asesor de la OPS sobre enfermedades víricas emergentes.
Arturo Rodríguez Jacob
Lo que sabemos hasta ahora es que el virus SARS CoV-2 siempre está en constante evolución y así será mientras la población de la mayor parte del planeta no esté inmunizada, ya sea porque adquirió la enfermedad, o bien, por haber recibido alguna vacuna de los distintos fabricantes.
Si hay un tema del que se ha escrito es justamente sobre la pandemia ocasionada por el nuevo coronavirus que surgió en la provincia de Wuhan, China, aunque todavía no es claro cómo surgió y tal parece que nos quedaremos sin saberlo porque el gobierno de aquel país oriental ya dio un golpe de mesa para parar las intentonas de investigar más a fondo este asunto.
Como es del conocimiento de la comunidad de la investigación clínica, los virus hacen copias de sí mismos, que es un proceso conocido como replicación. Para sobrevivir e irse replicando, solo necesitan de células vivas. Por tanto, a la par que el virus va circulando y haciendo su función de dispersarse e infectar al mayor número de individuos posible, también se detona la posibilidad de que vaya sufriendo mutaciones o variantes.
Solo vacunas o antivirales
Empero, los virus no pueden replicarse por sí solos, sino que requieren infectar células vivas, y después, utilizar los componentes de la llamada célula huésped para hacer copias de sí mismos. En este proceso de multiplicarse, el virus suele matar a la célula huésped.
Es importante recordar que los virus no tienen la misma naturaleza que las bacterias, por lo cual los antibióticos no pueden ser una herramienta médica para contrarrestarlos. Por tanto, para su prevención y/o tratamiento solo pueden utilizarse vacunas o antivirales que son un gran coadyuvante para paliar un poco el ataque de los padecimientos de carácter viral, como son el sarampión, la viruela, o como hemos visto durante esta pandemia, a la Covid-19.
También es importante recalcar que estas mutaciones de los virus no necesariamente son más fuertes, contagiosas y peligrosas que el virus original, o alguna de sus variantes; es decir, no en todos los casos aumenta su capacidad para infectar a más individuos y ocasionarle síntomas más graves, e incluso, matar a su huésped.
A veces surgen variantes formidables del virus
Sin embargo, a veces las variantes del virus sí logran ser formidables y, por tanto, tener una mayor fuerza de replicación, capacidad de infectar y de ocasionar el mayor daño posible, como hemos visto con algunas de las mutaciones que han surgido a lo largo de la pandemia de Covid-19 en el último año y 10 meses, desde diciembre de 2019.
Por tanto, cada variante que surge del virus, en teoría deberá ser identificada, vigilada y analizada por los diferentes sistemas de salud nacionales e internacionales para determinar si tiene nuevas capacidades para ser más contagiosa y de lograr una mayor capacidad de infección y afección.
Como hemos visto en los meses previos, a lo largo de esta inacabable pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado diversas variantes preocupantes del SARS-Cov-2 que surgió en China a finales de 2019. También, este organismo internacional cuenta con la Red Mundial de Laboratorios para el SARS-CoV-2, e incluso, estableció un grupo de trabajo dedicado únicamente a darle marcación personal a la evolución del virus y a la detección de nuevas variantes o mutaciones.
Secuenciación de las variantes del virus
Asimismo, muchos equipos de investigadores han secuenciado a las diferentes variantes del SARS-CoV-2 y enviado sus resultados a las bases de datos públicas creadas desde enero de 2020, como la Global Initiative on Sharing All Influenza Data (GISAID), con el fin de que también otros científicos hagan un seguimiento cercano al virus y observen las modificaciones que experimenta. Son bases de datos públicas de carácter colaborativo cuyo único fin es contribuir a la investigación del nuevo coronavirus que recorre el mundo desde hace casi dos años.
A las anteriores mutaciones o variantes preocupantes se les conoce como VOC. Al principio se les denominó por el país donde surgieron los primeros casos identificados, pero por el estigma que esto puede ocasionar, se decidió utilizar al alfabeto griego para nombrarlas como pasa con las conocidas Alpha, Beta, Gamma y Delta, que es la que hoy domina en la mayor parte del planeta. A las demás variantes de interés, se les conoce como VOI, por ejemplo, la Lambda y Mu, entre otras más.
Ante el desarrollo de todas estas variantes o mutaciones del virus SARS-CoV-2, la comunidad científica se ha preguntado qué tan efectivas seguirán siendo las vacunas que se fabricaron a partir de la información genética original del virus de Wuhan, China.
Hasta ahora, las vacunas anti Covid siguen siendo efectivas
La pregunta anterior aún no está contestada, todo está en proceso de investigación clínica, al igual que muchos otros temas relacionados tanto con este virus como con la enfermedad que ocasiona, la Covid-19. Reitero, no sabemos si las diferentes vacunas anti Covid desarrolladas hasta hoy perderán su capacidad para enfrentar al SARS-CoV-2 y entrenar, por así decirle, al sistema inmunológico para proteger al individuo.
Con lo que se sabe hasta hoy, la creencia general en el mundo científico es que las vacunas anti Covid aprobadas para uso de emergencia por las agencias sanitarias de referencia internacionales y locales seguirán siendo efectivas ante las nuevas mutaciones, aunque la investigación continúa para saber si éstas van perdiendo eficacia.
En el caso de México donde se llevó a cabo un protocolo de investigación Fase 3 para una de las vacunas desarrolladas a partir del SARS-CoV-2, en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), los sujetos que participaron en el estudio fueron llamados a recibir una segunda dosis, de una vacuna en teoría unidosis, porque parece que la vacuna anti Covid va perdiendo eficacia a los seis meses de su aplicación.
Acelerar la vacunación, no pensar en terceras dosis
La recomendación general para todos los países de parte de la OMS es acelerar las campañas de vacunación con el fin de inmunizar al mayor número de personas, con lo cual la velocidad de la pandemia irá disminuyendo hasta que sea totalmente controlable, al igual que ahora es la influenza, por ejemplo.
Otra afirmación de la OMS, en voz de su dirigente António Guterres es, más que pensar en terceras dosis de las vacunas anti Covid, lo urgente es mejorar el acceso a los países que todavía se encuentran en un nivel muy bajo de vacunación, como es el caso de algunos latinoamericanos, caribeños, africanos, etcétera.
Crucial disminuir la tasa de replicación del virus SARS-CoV-2
Al momento, la mejor recomendación es protegerse al máximo, tal como hemos venido haciendo desde el confinamiento general, siguiendo las medidas básicas de prevención que ya todos nos sabemos de memoria de tanto que nos las han repetido a lo largo de la pandemia, que van desde el lavado frecuente de manos, uso de gel antibacterial, mantenimiento de la sana distancia, hasta la evasión de tumultos y salidas mínimas si esto es posible.
Para concluir, baste recordar que la misión de todos: científicos, gobierno y población en general es disminuir el número de contagios, la gravedad de afección a los individuos y abatir el número de muertes por su causa. A la par, es crucial reducir la tasa de replicación del virus SARS-CoV-2, lo cual evitará la generación de nuevas variantes peligrosas en potencia.