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Derecho a la desconexión digital, un imperativo para el bienestar laboral

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Implementar el derecho a la desconexión no solo es beneficioso para los trabajadores, sino también para las organizaciones. Empresas que fomentan un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal reportan menores tasas de rotación y ausentismo, así como mayores niveles de compromiso y productividad.

Jorge Arturo Castillo

En la era digital, el límite entre la vida personal y profesional se ha vuelto cada vez más difuso. Como sabemos, la pandemia de Covid-19 aceleró la adopción del trabajo remoto, haciendo que los empleados estuviéramos disponibles más allá de las horas laborales tradicionales, con todo lo que ello implica. En este contexto, el derecho a la desconexión digital surge como una necesidad crucial para proteger la salud mental y el bienestar de los trabajadores[1].

El derecho a la desconexión digital permite a los empleados abstenerse de realizar tareas laborales fuera de su jornada laboral sin enfrentar repercusiones negativas. Este concepto, aunque reciente, ha sido reconocido y regulado en varios países. En 2017, Francia fue pionera al establecerlo en su Código de Trabajo, obligando a las empresas con más de 50 empleados a negociar las modalidades de aplicación del derecho a la desconexión[2].

En México, el derecho a la desconexión digital aún no cuenta con un marco legal robusto. Sin embargo, la reforma laboral de 2019 y la Ley Federal del Trabajo incluyen disposiciones que podrían sentar las bases para este derecho. Por ejemplo, la reforma del Artículo 42 Bis reconoce el teletrabajo y establece la obligación de las empresas de respetar el tiempo de descanso de los empleados[3].

Sin hora de salida

No obstante, sabemos que esto no ocurre en el día a día, tanto en empresas privadas como en el sector público. Quien esto escribe tuvo la mala idea de trabajar en 2022 en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), como subdirector de Contenidos. Debo decir que ahí había hora de entrada, de lo cual estaba muy pendiente el titular de la Dirección de Medios de Comunicación, Ulises Leyva, pero no había hora de salida ni tiempo de descanso, incluso en fines de semana.

Muchas historias tengo al respecto, porque me tocó vivirlo en carne propia. Por ejemplo, una vez, ya en cama para un merecido descanso, a eso de las 23:30 horas, sonó mi teléfono móvil y cometí el error de contestar. Era mi “inolvidable” jefe mencionado, quien me avisó que una fotógrafa, cuyo nombre no recuerdo ahora, había fallecido y que había que hacer una esquela. Yo, ingenuo de cómo es la vida en la burocracia, le dije:

“De acuerdo, yo la trabajo a primera hora y te la mando para que la revises”, pero me dijo que no, que había que hacerla enseguida… Ya sin reparos, puse manos a la obra, y media hora después, le envié la esquela diseñada, con foto e información de la persona referida. Pero me dijo: “Todavía no te duermas, necesitamos que el jefe -el director del instituto-, la apruebe”. Una hora después me dijo que ya estaba lista, que gracias, que continuara con mi descanso…

Otro día, disfrutando un domingo en familia en Chapultepec, sonó el inevitable teléfono celular y, de nuevo, era el sacrosanto jefe… Me dijo que había que hacer un boletín de prensa “urgente”… No es broma. Le respondí que para eso había se hacían las guardias, pero resulta que ese día nadie estaba disponible para hacer dicha tarea. “Estoy con mis hijos fuera, no traigo computadora”, a lo que me dijo: “Pero puedes trabajarlo en el teléfono”… “¿Y crees que veo sin mis lentes?”, le respondí. Por fortuna, uno de los reporteros que tenía a mi cargo me contestó la llamada y se ofreció a hacer el dichoso boletín.

Carga laboral

Como podemos ver, la implementación efectiva del derecho a la desconexión enfrenta desafíos significativos. Según un estudio de OCC Mundial, el 64% de los trabajadores mexicanos siente que su carga laboral ha aumentado durante la pandemia y, además, el 57% reporta dificultades para desconectarse al final de la jornada laboral[4].

Y es que la falta de desconexión digital tiene consecuencias directas en la salud mental y física de los trabajadores. La Organización Mundial de la Salud (OMS)[5] ha advertido sobre el aumento de trastornos relacionados con el estrés y la ansiedad, debido a la incapacidad de desconectarse del trabajo. Estudios muestran que los empleados que no logran desconectar experimentan niveles más altos de agotamiento, menor satisfacción laboral y una disminución en la productividad[6].

En México, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reporta que los trastornos de salud mental relacionados con el trabajo han aumentado en los últimos años, situándose entre las principales causas de incapacidades laborales. La desconexión digital podría ser una herramienta efectiva para mitigar este problema, mejorando tanto la salud de los empleados como la eficiencia de las empresas[7].

Vida laboral y personal

De hecho, implementar el derecho a la desconexión no solo es beneficioso para los trabajadores, sino también para las organizaciones. Empresas que fomentan un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal reportan menores tasas de rotación y ausentismo, así como mayores niveles de compromiso y productividad[8].

Un estudio de la Universidad de Stanford revela que la productividad laboral disminuye significativamente cuando los empleados trabajan más de 50 horas a la semana, y de igual forma, se desploma drásticamente después de 55 horas. En este sentido, permitir y fomentar la desconexión digital puede ser una estrategia efectiva para optimizar el rendimiento y la creatividad de los empleados.

Propuestas para avanzar en la desconexión digital

Para avanzar en la implementación del derecho a la desconexión digital en México, se podrían considerar varias propuestas:

  • Legislación específica: es necesario que el Congreso de la Unión discuta y apruebe una legislación específica que regule el derecho a la desconexión digital, similar a lo hecho en Francia y España.
  • Negociación colectiva: las empresas deben negociar con los sindicatos y representantes de los trabajadores para establecer políticas claras sobre la desconexión digital, asegurando que se respeten los tiempos de descanso y ocio.
  • Cultura organizacional: fomentar una cultura empresarial que valore el equilibrio entre la vida laboral y personal, a través de programas de bienestar y capacitación sobre la importancia de la desconexión.
  • Tecnología y gestión del tiempo: implementar herramientas tecnológicas que ayuden a gestionar el tiempo de trabajo de manera más eficiente, al permitir a los empleados desconectarse completamente al finalizar su jornada laboral.

Proteger a los trabajadores

El derecho a la desconexión digital es un paso necesario hacia la construcción de un entorno laboral más saludable y productivo en México. A medida que la digitalización avanza, es crucial que las políticas laborales se adapten para proteger a los trabajadores de los efectos negativos del trabajo constante y sin descanso.

En suma, adoptar este derecho no solo mejorará la calidad de vida de los empleados, sino que también beneficiará a las empresas al aumentar la eficiencia y reducir los costos asociados a la salud laboral. Es hora de que México avance hacia una legislación moderna que refleje las realidades del trabajo en el siglo XXI y garantice un equilibrio justo entre el trabajo y la vida personal. Es hora de dar un golpe en la mesa, dar una patada en el trasero a los jefes abusivos y echar a andar esta propuesta lo más pronto posible.


[1] Para más información, favor de consultar: McKinsey & Company. (2021). «The future of work after Covid-19», en diciembre de 2021.

[2] Leer el documento en: Ministerio de Trabajo de Francia. (2018). «Informe sobre el derecho a la desconexión».

[3] Referirse al siguiente documento: Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. (2023). «Ley Federal del Trabajo».

[4] Indagar en: Deutsche Welle. (2019). «Empresas alemanas y el derecho a la desconexión».

[5] Favor de consultar: Organización Mundial de la Salud (OMS). (2021). «Trabajar más de 55 horas a la semana aumenta el riesgo de muerte», de noviembre de 2021.

[6] Leer artículo completo en: Harvard Business Review. (2020). «The Productivity Pitfall of Working from Home: The Longer Hours, the Less Output».

[7] Consultar la página del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). (2022). «Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE)».

[8] Leer nota informativa en: El Financiero. (2022). «Google y Microsoft implementan el derecho a la desconexión digital».

Jorge Arturo Castillo

Jorge Arturo Castillo es licenciado en Ciencias de la Comunicación y cuenta con una maestría en Relaciones Internacionales, ambas por la UNAM, donde es profesor desde hace casi 30 años. Tiene más de 18 años de experiencia en la industria farmacéutica y es columnista especializado en medios varios. Su correo es: jcastillo@mundofarma.com.mx

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