- Los 4 acuerdos que nos evitarán un desencuentro personal por un juego electoral, máxime cuando el altercado en materia política es manifiesto.
- En la disputa electoral y enfrentamiento, que se vale, existen reglas básicas que nos permitirán no poner en juego lo más valioso: nuestras relaciones de familias, amigos y la tranquilidad personal.
Carlos Vargas
Sólo el fanatismo o un asunto toral que pusiera en peligro la integridad personal o de la nación, podría valer la pena enfrentarnos a costa de lo que sea. Sin embargo, debemos separar asuntos reales, de gritos de guerra, como aquel político que, por simple razón utiliza la máxima en México de Vicente Guerrero, para su beneficio personal: “La patria es primero”; y no siempre será valida esta expresión de guerra. Siempre estará en la balanza de nuestras decisiones, nuestros seres más queridos.
Estamos en peligroso nivel de disputa por uno u otro candidato presidencial, que al final, el elegido, pudiera ser peor, o ser más de lo mismo, de lo que hemos vivido en sexenios anteriores.
La historia y la contiendas entre seguidores
Cuantos fanáticos, porque así lo vivimos, vitorearon, apoyaron y votaron por Vicente Fox, quien tuvo la tarea de iniciar el proceso de transición hacia una anhelada alternancia democrática.
Recordemos que en ese proceso electoral del año 2000 las posiciones personales se polarizaron, lo que provocó que, en las mesas de los hogares, en los restaurantes y oficinas, se gestaran dinámicas, fuertes y hasta agresivas discusiones entre seguidores de Cuauhtémoc Cardenas con el PRD, Francisco Labastida del PRI y el propio Vicente Fox con la bandera del PAN. Podríamos citar otros pasajes, pero para efectos de esta colaboración, con ésta nos basta.
Los 4 acuerdos básicos
1. Primero definir el país que se quiere, recordando esta impresionante frase:
“Esta tierra no la heredamos de nuestros padres, se la pedimos prestada a nuestros hijos”.
Recapacitemos responsablemente en el sistema gubernamental, el modelo económico, los planes de gobierno, las personas que estarán al frente de esos principios filosóficos y marcos estratégicos.
Luis Rubio, en su artículo Cambio de régimen (Reforma 20 mayo 2018), nos dice: “La tesitura hoy ha sido planteada de manera nítida”, y plantea dos regímenes a elegir:
A. Régimen, que le confiere facultades absolutas al presidente y que, aunque distorsionado en el tiempo, permite decisiones unipersonales sin contrapeso.
B. Régimen político rompiendo de una vez por todas, con el viejo orden; fundamentado en pesos y contrapesos efectivos, equilibrios constitucionales debidamente arraigados, transparencia plena, amplios derechos y protecciones para la ciudadanía, todo ello envuelto en un régimen de legalidad y de un estado de derecho integral.
2. Comparar si esos elementos que definen nuestro país ideal están contenidos en los planes de gobierno del candidato seleccionado, y si el partido, o los partidos políticos que lo respaldan están en el mismo o similar contexto, en este aspecto hemos visto que los electores en el 2018 excluyen partidos y se enfocan a personas.
Ante lo anterior, puede ser riesgoso no conocer bien la inclinación, ideología de los partidos (capitalistas, socialistas, de izquierda, derecha, centro, y ahora de inclinación confesional, etcétera) irreparablemente que los partidos del candidato electo exigirán sus cuotas de poder, esto implica apoyo en la publicación de sus políticas públicas (que algunas por ejemplo en materia de diversidad, aborto, consumo de marihuana, comercio exterior, y muchas más) y exigencia de posiciones en el gabinete que gobernará con el presidente electo.
En este tema de las coaliciones encontramos incertidumbres muy importantes; sobre todo en las de Ricardo Anaya, con el PRD, y de Andrés López obrador con el PES, partido confesional evangelista. En cuanto al PRI todos conocemos su historia, sus actores y sus resultados, ha sido un partido que históricamente sus coaliciones se acomodan con quién se ponga enfrente, si de conservar el poder se trata.
3. Verificar la autenticidad de la información que se recibe, y con responsabilidad manejar esa información. Ya basta de inexactitudes que distorsionan el marco electoral y la sana convivencia entre candidatos e incluso entre posibles votantes.
Se considera válido el ataque implacable político cuando éste es fundamentado en verdades, como lo es la experiencia, o percepciones relacionadas con las actitudes del candidato.
Debemos considerar la seriedad, profesionalismo y metodología que utilizan las empresas encuestadoras; la encuesta da una idea, pero hoy día, han demostrado estar un tanto lejos de la realidad.
Han proliferado las empresas encargadas de llevar a cabo levantamiento de encuestas entre los candidatos, las hay las llamadas encuestas “patito” y otras que han forjado un prestigio y generan confianza e influencia, sin embargo, al parecer varias adolecen de métodos que incluyan con claridad las “preferencias brutas”, lo cual contempla la posibilidad de reducir el riesgo significativo que representa la población de encuestados (as) indecisos o reacios a comunicar su preferencia. Y en las urnas este grupo cuenta, y mucho.
Para verificar la información recibida existe una opción en la Web, llamada VERIFICADO2018: en la cual se ofrece revisar y confirmar si las noticias son falsas, manipuladas e imprecisas sobre el proceso electoral; las desmienten cuando es el caso con información rigurosa y confirmada. #Verificador2018
Verificado 2018 es un proyecto de periodismo colaborativo, en el cual participan más de 80 medios, universidades y organizaciones civiles. Puedes enviar información a sus cuentas en Twitter, Facebook y por WhatsApp.
Recordemos constantemente que, recibir la información investigando, documentado, verificando y después publicando, nos dará la fuerza de la verdad y, en consecuencia, la confianza de nuestros seguidores o interlocutores en nuestros debates o simples conversaciones digitales o en una mesa de café.
4. Revisar nuestros principios de conducta en esta batalla electoral, una buena práctica sería basar, esos principios, en el respeto, y en los recomendables y siempre oportunos “4 Acuerdos” del médico mexicano, Miguel Ruiz, un gran ensayo filosófico, el cual está basado en la sabiduría de los antiguos nahuales. “Relata la cosmovisión que debería tener un ser humano para estar, precisamente, en equilibrio emocional, mental y social”.
Fórmula ética y cívica de comunicación para la contienda electoral 2018
En toda esta temática de comunicación electoral entre todos los actores, los expertos en comunicación en las diversas formas y medios incluyendo de manera importante los mercadólogos desempeñan un papel fundamental en su intensa y creativa participación, siendo árbitros de facto, del uso de la información falsa versus verídica, incluso ante sus clientes.
Pensemos acerca de nuestra postura en este proceso electoral, al candidato electo, se lo llevará el tiempo al finalizar su sexenio; pero, a nuestras relaciones familiares, profesionales, sociales y de amistades deberemos privilegiarlas, a estas sólo las podremos perder cuando actuemos de manera agresiva, producto de la alteración personal por un asunto que será pasajero y que podemos tener forma de confrontarlo cívicamente y éticamente; eso si atacando las ideas, más no a las personas. “La paz interior empieza cuando eliges no permitir que otra persona o evento controle tus emociones” Proverbio oriental.