Breves

Centro Oncológico Pediátrico de Baja California, una gran esperanza

Columna VALID

En México, el cáncer infantil es un flagelo que se ha convertido en una de las principales causas de muerte, tanto en niños como en adolescentes. La Fundación Castro-Limón lidera la lucha con el primer centro especializado del país, ofreciendo atención integral y gratuita que representa un ejemplo de esperanza para las familias afectadas.

Fausto Hernández Montiel

El cáncer es la segunda causa de muerte en niños de cinco a 14 años en México, solo detrás de los accidentes, y es la principal causa de fallecimientos por enfermedad en esta franja de edad. Aunque es un gran desafío de salud pública, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado pueden aumentar las posibilidades de curación hasta un 75 por ciento.

Dicha situación, que afecta entre 4,000 y 7,000 niños al año, ha sido calificada como un problema de salud pública por expertos del sector salud y universidades. Con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, hasta el 75% de los pacientes pediátricos pueden curarse, pero la falta de acceso a estos recursos sigue siendo un gran obstáculo para muchas familias.

Así, el cáncer infantil es responsable de aproximadamente entre 11 y 18 casos nuevos por cada 100 mil habitantes en México cada año. Aunque este tipo de cáncer representa solo el 5% de todos los casos oncológicos, su impacto en la niñez es devastador, además de que su incidencia lo coloca como un tema urgente en la agenda de salud pública​.

Mejorar tasas de supervivencia

Empero, identificar el cáncer en etapas tempranas puede hacer una diferencia crucial en el pronóstico de los niños. Sin embargo, los síntomas del cáncer infantil a menudo son inespecíficos y pueden confundirse con otras enfermedades comunes. Para mejorar las tasas de supervivencia, es fundamental implementar programas que promuevan la educación y sensibilización sobre los síntomas de alerta en el cáncer infantil entre la población y los profesionales de la salud.

En este sentido, diversas organizaciones y fundaciones trabajan en México para mejorar la calidad de vida de los niños con cáncer y sus familias. Estas instituciones brindan apoyo financiero, psicológico y social, que es fundamental para afrontar el alto costo emocional y económico de la enfermedad. Además, es crucial que el sistema de salud se fortalezca con recursos humanos y tecnológicos para garantizar que cada niño diagnosticado con cáncer tenga acceso al tratamiento que necesita, sin importar su situación económica o el lugar donde viva.

Con la creciente demanda de atención especializada y la limitada capacidad de los hospitales públicos, México enfrenta una serie de retos en la lucha contra el cáncer infantil. Sin embargo, la implementación de nuevas estrategias y la colaboración entre sectores pueden mejorar considerablemente la calidad de vida de los pacientes y sus familias.

Impacto positivo de un modelo de atención multidisciplinario

Además, organizaciones no gubernamentales y fundaciones están ocupando un papel cada vez más activo en la cobertura de necesidades insatisfechas en el sistema público. La participación del sector privado y la sociedad civil en la lucha contra el cáncer infantil ha permitido el surgimiento de iniciativas pioneras que marcan la diferencia en las vidas de muchas familias. Tal es el caso de la Fundación Castro-Limón, la cual, a través del Centro Oncológico Pediátrico de Baja California, ha demostrado el impacto positivo de un modelo de atención multidisciplinario y gratuito para niños con cáncer.

El Centro Oncológico Pediátrico de Baja California, inaugurado en 2017 por la Fundación Castro-Limón, representa un esfuerzo sin precedentes en la atención del cáncer infantil en México. Ubicado en Tijuana, este hospital es el primer centro en el país especializado exclusivamente en la atención oncológica pediátrica, y es administrado y auspiciado por una asociación civil. Desde su apertura, ha brindado 300 mil servicios gratuitos y ha atendido a más de 319 pacientes, ofreciendo una red de apoyo para niños provenientes de diversas regiones de México, e incluso, de otros países.

A diferencia de otros hospitales, el Centro Oncológico Pediátrico de Baja California adopta un enfoque integral que abarca no solo el tratamiento médico, sino también el apoyo psicológico, nutricional y social para el paciente y su familia. Esta visión holística se basa en la idea de que el bienestar de los niños y su capacidad para enfrentar el cáncer dependen también del acompañamiento emocional y de la calidad de vida durante el tratamiento. Además, el centro colabora con especialistas de diversas disciplinas y emplea tecnología avanzada para ofrecer un tratamiento de calidad internacional, sin costo alguno para las familias.

Compromiso y generosidad

La Fundación Castro-Limón ha logrado posicionar este centro como un referente en la atención del cáncer infantil a través de alianzas estratégicas con otras instituciones de salud y organizaciones de apoyo. El compromiso y la generosidad de donadores, voluntarios y profesionales de la salud han sido fundamentales para que el hospital pueda ofrecer sus servicios de manera gratuita y sin interrupciones.

El ejemplo del Centro Oncológico Pediátrico de Baja California es un testimonio del poder de la colaboración y la solidaridad en la lucha contra el cáncer infantil. Esta iniciativa ofrece un modelo viable para otras regiones del país, demostrando que es posible implementar proyectos de alto impacto que brinden atención de calidad sin costo para los beneficiarios. La Fundación Castro-Limón ha demostrado que el acceso a un tratamiento adecuado y gratuito es un objetivo alcanzable cuando existe un compromiso real por parte de la sociedad civil.

A medida que México avanza en la implementación de políticas de salud más inclusivas, se espera que este modelo de atención multidisciplinaria y gratuita inspire nuevas iniciativas en otros estados. La atención a los niños con cáncer no solo requiere de inversiones en infraestructura y recursos médicos, sino también de un cambio en la percepción pública sobre la enfermedad y su tratamiento. La concienciación y educación sobre el cáncer infantil en la sociedad mexicana son fundamentales para reducir los tiempos de diagnóstico y mejorar las tasas de supervivencia.

Hacia un mañana más brillante

De esta manera, el compromiso y la dedicación de organizaciones como la Fundación Castro-Limón ofrecen una fuente de esperanza. El Centro Oncológico Pediátrico de Baja California ha cambiado la vida de cientos de familias, y representa un faro de esperanza para quienes luchan contra esta enfermedad. Este centro es una prueba del impacto positivo que puede lograrse cuando la sociedad se une en favor de una causa noble.

La historia de la Fundación Castro-Limón invita a reflexionar sobre el poder transformador de la solidaridad. Este esfuerzo colectivo ilumina el camino hacia un futuro en el que cada niño mexicano afectado por el cáncer pueda recibir el tratamiento que necesita y, sobre todo, la esperanza de un mañana mejor. En este sentido, esta fundación, producto del empeño de dos jóvenes afectados por esta terrible enfermedad, se ha convertido en un modelo de referencia, demostrando que juntos es posible construir un sistema de salud más justo y accesible para todos.

Fausto Hernández Montiel

Ha trabajado en la Industria Farmacéutica mexicana desde 1987, en las áreas de Planeación de Producción, Manejo de Almacenes, Abastecimientos, Investigación de Mercados, Desarrollo Comercial y Ventas de Maquinaria, Materias Primas y Servicios. Desde 2013 ocupa es director general en VALID (www.validpro.com.mx), empresa dedicada a brindar servicios de capacitación y validación en empresas del ramo de la salud. Su correo electrónico es: fausto@validpro.com.mx

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba