Aplicar la medicina traslacional en México, el reto
«Los países que no desarrollemos nuestras tecnologías en salud, estaremos condenados a comprarla en el extranjero, la que nos vendan y al precio que quieran»: Francisco Pellicer Graham, director de Investigación en Neurociencias del Instituto Nacional de Psiquiatría.
José Narro Robles, titular de la Secretaría de Salud (SSA), opinó que México se encuentra en «a tiempo» de trabajar en equipo con los actores de gobierno, academia y sector privado para aplicar la medicina traslacional.
Durante la 9a. Jornada Nacional de Innovación y Competitividad y la 1a. Feria Nacional de Investigación en Medicina Traslacional e Innovación, señaló que la idea de vincular a los sectores se gestó para lograr soluciones a los problemas de salud que aquejan a la población.
Narro Robles reconoció al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y a la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) por su disposición para mostrar mejores resultados en el campo de la salud con la llamada medicina traslacional.
Deseó frente a una nutrida audiencia compuesta por empresarios, académicos e investigadores «que los compromisos tengan mucho que ver en la mejoría de la salud de nuestra población, si así lo hacemos, si así lo conseguimos habremos tenido el éxito que merece una idea, una iniciativa y una alianza como la que hoy nos convoca».
A su vez, el director general del Conacyt, Enrique Cabrero Mendoza, subrayó que la medicina traslacional es el concepto con el que se ha reconocido el esfuerzo a la cadena de investigación básica hasta la etapa final que es entregar un producto o un beneficio al paciente. «Es poner a todo el ecosistema relacionado en la medicina, que se conozcan, hablen, dialoguen, que los investigadores presenten sus avances, que el médico clínico entienda que esto es de utilidad y que las empresas puedan invertir en los proyectos».
Informó que el gobierno federal ha incrementado la inversión en ciencia y tecnología en 40% en lo que va de la presente administración, mientras que la inversión del sector privado se ha mantenido constante, la cual ha sido de 25 a 30 por ciento. «Necesitamos que el sector privado desarrolle mucho más interés por la inversión y se dé cuenta que es este camino el que puede darles mayor competitividad y productividad», agregó.
El coordinador del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT), José Franco López, destacó que la 1a. Feria de Medicina Traslacional se realizó para generar productos que lleguen al mercado y a la población. «Hay por primera vez un esfuerzo concertado entre la SSA, la UNAM, los centros de investigación Conacyt y el sector privado para generar entre todos estos insumos que sean benéficos para las regiones donde se traslade el conocimiento».
Expresó que algunos de los proyectos relevantes son: el diseño de nuevos modelos de vacunas contra adicciones, que desarrolla el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente y tratamientos con esteroides para crisis recurrentes de esclerosis múltiple, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.
Precisó que la principal herramienta que se tiene para financiar la innovación es el Programa de Estímulos a la Innovación, que ha generado desde su creación, una derrama de 7,309 millones de pesos en proyectos de salud, farmacéutica y biotecnología.
El titular de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, Guillermo Ruiz-Palacios y Santos, subrayó que el trabajo del investigador no termina en una publicación científica, sino en la creación de un nuevo producto, que beneficie a los pacientes.
Francisco Pellicer Graham, director de Investigación en Neurociencias del Instituto Nacional de Psiquiatría concluyó que si bien el gobierno tiene una responsabilidad en la inversión para desarrollar nuevos productos, es la empresa privada la que debe jugar un papel mayor para incorporar capital y comunicación con la academia y centros de investigación. «Los países que no desarrollemos nuestras tecnologías en salud, estaremos condenados a comprarla en el extranjero, la que nos vendan y al precio que quieran».