«Nuestros productos tocan vidas»: innovación y frío inteligente en la nueva logística farmacéutica
Carlos Humberto Infante y Loya, Fundador y Presidente del Consejo en Kryotec
Entre-Vistas

La cadena de frío dejó de ser un eslabón técnico para convertirse en una columna vertebral de la salud pública. Kryotec, empresa mexicana con más de 20 años en el sector, lidera soluciones para el transporte seguro de medicamentos termosensibles, con monitoreo inteligente, protocolos internacionales y visión de futuro.
Jorge Arturo Castillo
“Lo que transportamos no es un paquete cualquiera: es una posibilidad de vida”. Así resume el ingeniero Carlos Humberto Infante y Loya, fundador y presidente del Consejo en Kryotec, la filosofía que ha guiado a esta firma desde su fundación. Visionario en la ingeniería aplicada al transporte térmico, Infante ha sido pionero en el desarrollo de soluciones logísticas especializadas en refrigeración farmacéutica.
En pleno auge de los medicamentos biotecnológicos y la digitalización del sistema de salud, esta empresa mexicana se ha consolidado como referente regional en soluciones para el manejo y distribución de productos farmacéuticos sensibles a la temperatura.
Del termógrafo a la caja calificada
Fundada en 1997, Kryotec nació del interés por reducir pérdidas en productos perecederos. “La trascendencia era mayor, y la necesidad también”, recuerda Infante. Inició su carrera como ingeniero industrial con experiencia en refrigeración móvil, pero fue en la industria farmacéutica donde encontró un campo de impacto social más profundo.
“Entendimos que la cadena de frío no se rompe en los grandes traslados, sino en los últimos tramos”. Fue entonces cuando comenzaron a importar cajas isotérmicas pasivas: sin necesidad de energía externa, capaces de mantener temperaturas constantes en cualquier entorno.
Durante años insistieron. Tocaron puertas. Acumularon inventario. “La norma no era exigente, pero sabíamos que tarde o temprano lo sería”, afirma el directivo, cuya formación se complementa con certificaciones técnicas en regulación sanitaria y normatividad internacional.

La biotecnología exige precisión
El avance de la biotecnología y la medicina personalizada transformó por completo la logística farmacéutica. Lo que antes eran comprimidos, hoy son terapias de alta especialidad. “Muchos productos necesitan una sola dosis al año, pero requieren un transporte impecable”, advierte Infante.
Kryotec desarrolló un proceso detallado para cada envío: monitorean perfiles térmicos, ajustan contenedores, simulan trayectos y certifican cada caja con estándares internacionales. “No es solo una caja fría, es una caja confiable, probada, con respaldo documental y normativo”.
El valor de estar cerca
A diferencia de gigantes multinacionales, Kryotec tiene una ventaja estratégica: su arraigo en territorio nacional. “Somos una empresa mexicana, con planta, laboratorio térmico y operaciones logísticas en el país”, destaca Infante y Loya, quien ha encabezado proyectos conjuntos con farmacéuticas nacionales y extranjeras.
Esa cercanía les permite hacer ajustes rápidos, atender requerimientos locales y ofrecer soluciones hechas a la medida. “En logística, la flexibilidad es tan importante como la tecnología”, asegura.

Contenedores inteligentes y datos predictivos
Hoy, bajo la dirección de Infante y Loya, Kryotec trabaja en una nueva generación de contenedores inteligentes, capaces de registrar temperatura, humedad, vibración y luz, con tecnología basada en sensores y algoritmos de predicción. “La trazabilidad ya no es opcional. Es vital para garantizar la calidad terapéutica”.
Para muestra, el equipo del ingeniero ha colaborado con organismos de salud para integrar estos sistemas en esquemas de distribución pública y privada. “Anticiparse a la demanda será clave en los próximos años”, señala.
Última milla, el gran reto
“La última milla es el punto ciego de la cadena. Ahí se pierde más de lo que se imagina”, explica el especialista, quien ha sido conferencista en foros logísticos de América Latina y ha publicado artículos sobre buenas prácticas en la distribución de medicamentos termosensibles.
“El biológico más sofisticado pierde eficacia si no llega en condiciones óptimas al paciente”. Kryotec ya trabaja con hospitales y cadenas de farmacias para elevar los estándares de entrega al consumidor final.

Más allá de los medicamentos
Carlos Humberto Infante y Loya no se limita al ámbito de los medicamentos. Observa con atención el auge del sector de dispositivos médicos, consumibles y material de diagnóstico. “Cintas reactivas, sondas, catéteres, muchos de ellos también requieren cadena de frío”.
En su visión, el nearshoring y la regionalización de la producción pueden convertir a México en líder continental en distribución sanitaria. “Estamos preparados para ese reto, técnica y logísticamente”, subraya.
Normas claras, operación precisa
Licenciado en ingeniería industrial con especialización en cadena de suministro, Infante es un defensor del cumplimiento normativo. “La norma 029, la OMS, la IATA, son referencias esenciales. Pero también trabajamos bajo los protocolos internos de cada laboratorio, que son aún más exigentes”.
Su experiencia en certificaciones le ha permitido coordinar pruebas de desempeño y trazabilidad con farmacéuticas europeas, estadounidenses y latinoamericanas. “El cumplimiento documental es parte del valor agregado”, sostiene.

Inteligencia artificial y big data
Kryotec ha comenzado a aplicar IA en sus operaciones diarias. Bajo la supervisión del propio Infante, el equipo de ingeniería está desarrollando contenedores termoestabilizadores con nanopartículas capaces de almacenar frío por más tiempo y captar múltiples variables ambientales.
“Queremos construir inteligencia desde el origen del trayecto”, afirma. “Y poner esa información al servicio del sistema de salud: del fabricante, del distribuidor, del paciente”.
Su enfoque combina innovación tecnológica con ética social. “No se trata de digitalizar por moda, sino para mejorar la vida de las personas”, concluye.
Cada paso puede marcar la diferencia
Antes de cerrar la entrevista, Infante deja una reflexión que resume su filosofía profesional: “Nuestros productos tocan vidas”. No es solo un lema corporativo. Es la conciencia permanente de que detrás de cada caja transportada hay una historia humana.
“Puede ser un hijo, una madre, un amigo. Alguien que espera un medicamento crucial. Por eso cada paso en nuestra cadena importa. Porque cada paso puede marcar la diferencia”.
Kryotec no solo transporta medicamentos: garantiza que cada dosis llegue con la integridad que el paciente merece. En un país donde el acceso oportuno a tratamientos sigue siendo un desafío, iniciativas como esta marcan la diferencia entre la precariedad y la posibilidad de sanar.
