El desafío del Alzheimer en México: hacia una atención integral y moderna
Breves Sector Salud
Enfrentar el creciente reto de la demencia en México requerirá una implementación efectiva del Plan Nacional de Demencia 2024 y su alineación con las estrategias de salud del gobierno. Esto incluye mejorar la infraestructura, fortalecer las normativas, capacitar al personal y utilizar la tecnología disponible.
Misael Macías
En una reciente columna para el diario El Universal, Enrique Martínez Moreno, director general de INEFAM, recordó que el 21 de septiembre es el Día Mundial del Alzheimer, una fecha que resalta la importancia de generar conciencia sobre esta enfermedad y otras demencias. Desde que la OMS y Alzheimer’s Disease International establecieron esta conmemoración en 1994, el objetivo ha sido sensibilizar a la sociedad sobre estas condiciones que afectan mayormente a la población adulta mayor.
En este marco, se estima que en México 1.3 millones de personas padecen demencia, y este número podría aumentar significativamente en las próximas décadas debido al envejecimiento poblacional. El desafío principal radica en la falta de servicios de salud para la detección temprana de estas enfermedades. Muchos pacientes no son diagnosticados formalmente, lo que se ve agravado por la falta de capacitación del personal médico y el estigma que rodea a la demencia.
La OMS reconoció la demencia como una prioridad global en su informe de 2012, Dementia: A Public Health Priority, destacando el impacto social y económico de esta enfermedad. En respuesta al creciente número de casos a nivel mundial, en 2017 la OMS lanzó el Plan de Acción Global sobre la Respuesta de Salud Pública a la Demencia 2017-2025. Este documento propone acciones claras, como la concienciación, la prevención, el diagnóstico temprano y el apoyo a los cuidadores.
Un problema de salud pública
México, por su parte, ha tomado medidas para enfrentar este reto. En 2014, se implementó el Plan de Acción Alzheimer y Otras Demencias México, que marcó el reconocimiento formal de la demencia como un problema de salud pública. Sin embargo, estos esfuerzos han sido limitados debido a la falta de una estrategia nacional coherente y recursos financieros suficientes.
Recientemente, en 2024, se publicó el Plan Nacional de Demencia, cuyo objetivo es integrar políticas que aborden la enfermedad de manera integral. Este nuevo plan busca reducir riesgos, capacitar a los profesionales de la salud y promover el uso de tecnologías, como tamizajes cognitivos, para la detección temprana. La correcta implementación de este plan dependerá de varios factores, como la movilización de recursos, la creación de infraestructura adecuada y la capacitación continua de los cuidadores y profesionales médicos.
Uno de los aspectos más importantes es la modernización de la infraestructura de salud. Los centros de atención deben contar con tecnología para el diagnóstico temprano y redes de referencia que faciliten el acceso continuo a la atención especializada. La telemedicina también juega un papel crucial, sobre todo en áreas rurales donde el acceso a servicios de salud es limitado.
Mejorar la eficiencia
Además, es esencial que el gobierno priorice la capacitación del personal de salud en el manejo de la demencia y la formación de cuidadores formales e informales. Esto incluye asegurar que los recursos humanos estén distribuidos equitativamente, especialmente en comunidades marginadas.
El uso de plataformas digitales abre una oportunidad para mejorar la eficiencia del sistema de salud, permitiendo el monitoreo continuo y la recolección de datos precisos sobre la atención a la demencia. Estas herramientas tecnológicas también pueden ser clave en la promoción de programas de detección temprana y en la reducción del estigma social.
En conclusión, enfrentar el creciente reto de la demencia en México requerirá una implementación efectiva del Plan Nacional de Demencia 2024 y su alineación con las estrategias de salud del gobierno. Esto incluye mejorar la infraestructura, fortalecer las normativas, capacitar al personal y utilizar la tecnología disponible. Solo con una visión sistémica y la colaboración entre el sector salud, la comunidad médica y la sociedad civil, México podrá avanzar en la atención integral de las personas con demencia y mejorar su calidad de vida y la de sus familias.