Breves Sector Salud
Durante la reciente campaña presidencial de Claudia Sheinbaum, Kershenobich jugó un papel clave coordinando los foros para la transformación en materia de salud. Esta función le permitió delinear estrategias innovadoras para mejorar el acceso y la calidad de la atención médica en México, reflejando su visión de un sistema de salud más equitativo y eficiente.
Misael Macías
En el contexto de la transición presidencial en México, la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum anunció, en la segunda ronda de su gabinete, a David Kershenobich como el próximo secretario de Salud. El recién nombrado trae consigo una trayectoria impresionante en la medicina y la investigación, lo que promete fortalecer las políticas de salud en el país.
David Kershenobich Stalnikowitz, nacido el 20 de noviembre de 1942 en la Ciudad de México, se mudó durante su juventud a Tampico, Tamaulipas. Allí completó su educación básica y media superior. Posteriormente, regresó a la capital para cursar la carrera de médico cirujano en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Su tesis, “Hemoglobina Fetal en el Recién Nacido”, marcó el inicio de su enfoque en estudios detallados en el campo médico.
Completó su residencia en medicina interna y gastroenterología en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ). La pasión de Kershenobich por la hepatología lo llevó a Londres, Inglaterra, donde obtuvo un doctorado en Medicina en la Universidad de Londres. Su tesis doctoral, «Metabolismo de Transferrina«, le otorgó reconocimiento internacional.
Influencia evidente en la medicina
Kershenobich ha dedicado gran parte de su carrera al estudio de la cirrosis hepática, enfocándose en la fisiopatología de la fibrosis hepática. Su colaboración con los doctores Marcos Rojkind y Ruy Pérez Tamayo ha sido crucial en este campo. Su compromiso con la investigación lo llevó a fundar la Unidad de Investigación de Hígado y Páncreas en el Hospital General de México, así como la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (Fundhepa).
Como director del INCMNSZ, Kershenobich promovió importantes avances en el estudio de las enfermedades hepáticas. Su influencia en la medicina es evidente en sus más de 500 publicaciones en prestigiosas revistas médicas, incluyendo New England Journal of Medicine, Journal of Clinical Investigation, Gastroenterology, y Hepatology. También es autor de cuatro libros y ha sido editor en múltiples revistas nacionales e internacionales.
Impacto en la investigación médica
Desde 1975, Kershenobich ha sido profesor de la especialidad de Gastroenterología en la UNAM. Además, su labor en la docencia se ha complementado con la dirección del Seminario de Investigación Interdisciplinaria en Biomedicina de la UNAM desde 2007. Su participación en la Junta de Gobierno de la UNAM de 2005 a 2012 destaca su compromiso con la educación superior en México.
Su carrera ha sido reconocida con numerosos galardones, entre ellos el Premio al Mérito Médico en 2014 y la Condecoración “Eduardo Liceaga” en 2008. También ha sido honrado con el Premio de Investigación “Miguel Otero Arce” en 1996, reflejando su impacto en la investigación médica.
Un papel clave
Durante la reciente campaña presidencial de Claudia Sheinbaum, Kershenobich jugó un papel clave coordinando los foros para la transformación en materia de salud. Esta función le permitió delinear estrategias innovadoras para mejorar el acceso y la calidad de la atención médica en México, reflejando su visión de un sistema de salud más equitativo y eficiente.
Innovación y mejoría
La experiencia de Kershenobich en medicina, su profundo conocimiento en gastroenterología, y su capacidad de liderazgo en investigación, lo posicionan como un muy buen candidato para dirigir la Secretaría de Salud (SSa) en el nuevo gobierno. Su nombramiento ofrece una buena señal al sector salud, en el sentido de que la administración de Sheinbaum le otorga a la salud y al bienestar de los mexicanos, prometiendo una era de innovación y mejoría en el sector.
En suma, la sólida formación académica y la extensa carrera de Kershenobich en la medicina son un reflejo del compromiso y la excelencia que se espera ver en su gestión como secretario de Salud. Su nombramiento abre un capítulo prometedor en la atención y el cuidado de la salud en México.