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La leyenda del desabasto de medicamentos

Al tratar de inventar el hilo negro se decidió ir al mundo, por así decir, a realizar las compras consolidadas de medicamentos para el sector salud, solo se ha logrado encarecer el proceso -dado que el fármaco más caro es aquel que no se tiene-, además de los consabidos retrasos y escasez de fármacos e insumos médicos.

Columna El Financiero

Al tratar de inventar el hilo negro se decidió ir al mundo, por así decir, a realizar las compras consolidadas de medicamentos para el sector salud, solo se ha logrado encarecer el proceso -dado que el fármaco más caro es aquel que no se tiene-, además de los consabidos retrasos y escasez de fármacos e insumos médicos.

Jorge Arturo Castillo

El 8 de febrero ya regresó nuestro presidente a sus conferencias mañaneras, luego de su convalecencia por Covid-19. En general, se le notó bien, aunque todavía un poco ronco. La nota la dio cuando respondió, a pregunta expresa, que después de su enfermedad seguirá sin usar el tapabocas, a pesar de que también dijo que “los presidentes deben dar el ejemplo”… Que alguien nos lo explique por favor.

En otros temas, en esta columna hemos comentado que no fue la mejor decisión realizar la compra consolidada de medicamentos a través de la UNOPS, la agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Lo hemos dicho en reiteradas ocasiones y la realidad se ha encargado de darnos la razón. Después de varios retrasos inexplicables de la UNOPS, ahora nos enteramos que 78 por ciento de las ofertas recibidas es de laboratorios nacionales o que operan en México.

No hay que olvidar que esta agencia de la ONU no es una hermana de la caridad, sino que cobra por sus servicios y bien, por lo cual al costo total de la compra consolidada de medicamentos habrá que sumarle la comisión de alrededor de 1.9 por ciento del total que cobrará UNOPS por este servicio.

 

Los laboratorios del resto del mundo sí participarán en la licitación, donde encontramos laboratorios de todos lados, pero apenas con un modesto 22 por ciento, lo que no implica que al final se queden con esa participación de mercado.

Así es, el pasado 5 de febrero se dio a conocer por parte del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), de Juan Antonio Ferrer, y la UNOPS, que dirige a nivel regional Giuseppe Mancinelli, que en el primer proceso de apertura de ofertas electrónicas se presentaron un total de 2 mil 563 ofertas, en las cuales participaron 171 empresas de 17 países, pero en realidad más de las dos terceras partes fueron laboratorios nacionales.

Esto, por un lado, es tranquilizante, dado que, en general, los laboratorios farmacéuticos que operan en México son muy competitivos, tienen muchos años de experiencia, trabajan bajo los estándares de las Buenas Prácticas de Fabricación (BPF), cuentan con materias primas de calidad y proveedores de insumos ya muy probados a través de los años. Lo más importante es que trabajan en México y el dinero por estos bienes se quedarán en el país.

 

Sin embargo, como sabemos, el gobierno esperaba que hubiera una mayor participación de firmas de otras partes del mundo, pero esto no ocurrió, al menos en esta primera convocatoria de la UNOPS. Ya veremos cómo va este punto en las siguientes compras masivas de medicamentos que hará este gobierno mediante la agencia de la ONU.

En este espacio hemos destacado el valor estratégico de esta industria, que siempre ha operado como aliada del gobierno, sobre todo en crisis sanitarias como la actual, donde además de los 100 mil empleos directos y 500 mil indirectos que genera, tiene 4 por ciento del PIB manufacturero y una repercusión en otros 162 rubros económicos.

Además, no hay que soslayar que sus plantas de manufacturas son supervisadas periódicamente por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que ahora ha perdido parte de la autonomía de la que gozaba y es una más de las 13 carteras del subsecretario de Salud Hugo López-Gatell.

 

Con este capricho del gobierno, porque no hay otra forma de calificarlo, se ha generado un desgaste innecesario en la relación con el sector farmacéutico, porque se les ha tachado de corruptos y saboteadores, entre otros muchos calificativos, sin dar ninguna prueba al respecto.

Al tratar de inventar el hilo negro se decidió ir al mundo, por así decir, a realizar las compras consolidadas de medicamentos para el sector salud, solo se ha logrado encarecer el proceso -dado que el fármaco más caro es aquel que no se tiene-, además de los consabidos retrasos y escasez de fármacos e insumos médicos.

Recordemos que desde la Oficialía Mayor de Hacienda, a cargo de Raquel Buenrostro, se hizo la primera compra consolidada en 2019 y se pagó el precio de la inevitable curva de aprendizaje, porque se realizó tarde, pero se hizo a fin de cuentas. Esto ocasionó un primer retraso en la entrega de medicamentos, la cual no puede atribuirse a las farmacéuticas, sino a la impericia de las autoridades y al desconocimiento del sector.

 

Luego vino el cambio de Raquel Buenrostro, quien en diciembre de 2019 se nombró como titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y lo aprendido de la compra consolidada de medicamentos se vino abajo y empezó de nuevo. Luego esta responsabilidad pasó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y de ahí, al Insabi, que todavía no logra encontrarle el pulso a este asunto.

Los retrasos de la agencia de la ONU han ocasionado que si bien nos va y en este mes (febrero) se firman los contratos por las diferentes claves de medicamentos, por ahí dentro de cuatro meses, empezando el segundo semestre de este 2021, se empezarán a recibir los medicamentos e insumos médicos en el sector salud.

 

Es decir, seguimos pagando el precio de la curva de aprendizaje después de dos años con dos meses de la llegada del gobierno de la 4T al poder, pero el desabasto de medicamentos nos es un asunto menor, primero, por supuesto, porque la salud se deteriora si uno va a consulta pero sin tener los fármacos, y en algunos casos, como el de los niños con cáncer, ocasiona muertes al no poder seguir su tratamiento.

Entre tanto, como se ha venido señalando en medios, tanto el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), como el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), se han hecho adjudicaciones directas para salir de la complicada situación y tratar de paliar un poco el desabasto de medicamentos a sus pacientes. Sin embargo, como sabemos, las compras directas favorecen la opacidad y corrupción que este gobierno prometió desaparecer.

 

A decir de Anafarmex, todavía no hay fecha de vacunación para médicos de consultorios anexos a farmacias, lo cual es muy grave, ya que en estos lugares se atiende alrededor de 100 mil pacientes al día con síntomas de Covid-19, lo que ha resultado, a la fecha, en el contagio de alrededor de 30 por ciento del personal de salud que ahí atiende. Y es que los pacientes prefieren ir a estos consultorios antes que al sector salud, por lo cual brindan la friolera de alrededor de 270 mil consultas al día.

*Esta columna de Jorge Arturo Castillo salió publicada en El Financiero el lunes 08 de febrero de 2021: https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/arturo-castillo/la-leyenda-del-desabasto-de-medicamentos

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