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Innovar y garantizar el acceso: el doble reto del sector de dispositivos médicos en México

Perfil-ES

Héctor Orellana, presidente saliente de la AMID.

La industria de dispositivos médicos no solo enfrenta grandes retos, sino también enormes oportunidades para marcar la diferencia en la vida de millones de personas. Innovar, colaborar y garantizar el acceso serán los pilares fundamentales para construir un sistema de salud más justo y eficiente en México.

Jorge Arturo Castillo

En un país donde las brechas en salud siguen siendo una constante, la industria farmacéutica enfrenta el desafío de revolucionar la investigación científica mientras garantiza que sus beneficios lleguen a todos. En entrevista exclusiva con Mundo Farma Héctor Orellana, presidente saliente de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMID), este equilibrio es el mayor reto y también la mayor oportunidad para transformar el sistema de salud mexicano.

Sin duda, la industria de dispositivos médicos y el sector farmacéutico en México viven un momento decisivo. En un contexto global de avances científicos acelerados y crecientes desigualdades en el acceso a la salud, el papel de las empresas de estos ámbitos trasciende el desarrollo de dispositivos y medicamentos; se convierte en un eje central de las políticas públicas y la equidad en salud.

Equilibrio entre innovación y acceso

“La innovación debe ser el motor de nuestra industria, pero no podemos olvidarnos de que el acceso a los medicamentos es un derecho, no un lujo”, declara Orellana con convicción. Para el presidente de la AMID, la clave para avanzar como industria radica en encontrar un equilibrio entre generar avances científicos y garantizar que éstos estén disponibles para todos los mexicanos, independientemente de su condición económica o lugar de residencia.

En México, las brechas de acceso a la salud son notorias, particularmente en comunidades rurales y zonas de alta vulnerabilidad. Las empresas farmacéuticas, según Orellana, tienen una responsabilidad compartida con el gobierno para garantizar el abastecimiento de medicamentos esenciales y la implementación de programas que promuevan la equidad en salud.

“Trabajamos constantemente con las autoridades para desarrollar modelos sostenibles que permitan el acceso a tratamientos innovadores, especialmente en las regiones más desfavorecidas”, explica.

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Potencial de México en la investigación clínica

Uno de los temas que Orellana destaca es el papel de la investigación clínica en el fortalecimiento del sistema de salud mexicano: “México tiene un potencial enorme para convertirse en un líder regional en investigación clínica”, asegura. Con una infraestructura sanitaria amplia y una población diversa, el país ofrece condiciones únicas para atraer inversiones internacionales en este ámbito.

En la actualidad, varias empresas miembros de la AMID están llevando a cabo ensayos clínicos en el país, lo que no solo acelera el desarrollo de terapias de vanguardia, sino también abre la puerta para que pacientes mexicanos accedan a tratamientos innovadores antes de su lanzamiento comercial.

“Cuando las empresas invierten en investigación clínica aquí, los beneficios se extienden más allá de la industria: se fortalecen los hospitales, se capacita al personal médico y se eleva la calidad del sistema de salud”, agrega Orellana.

Sin embargo, también señala los retos regulatorios como un obstáculo para alcanzar el pleno potencial del país en este área. “Es fundamental que los marcos regulatorios sean más ágiles y claros para atraer más inversión extranjera y optimizar los procesos”, enfatiza.

Accesibilidad: el gran reto de la industria

A pesar de los avances en investigación, Orellana reconoce que la accesibilidad sigue siendo un tema pendiente. En un país con altas tasas de pobreza y desigualdad, garantizar que los tratamientos innovadores lleguen a quienes los necesitan es un desafío complejo. “La innovación pierde sentido si no es accesible. Las empresas de la AMID trabajan en modelos de precios diferenciados y en programas de acceso ampliado para que los medicamentos puedan estar al alcance de más personas”, afirma.

Un ejemplo de estas iniciativas es el trabajo conjunto entre las empresas farmacéuticas y el gobierno para establecer políticas que aseguren el abasto constante de medicamentos en instituciones públicas. Además, se están desarrollando programas educativos para concientizar a la población sobre el uso adecuado de medicamentos y la importancia de la prevención en salud.

Un futuro digital y colaborativo

De cara al 2030, la industria farmacéutica también apuesta por la digitalización como una herramienta clave para transformar el sistema de salud. Orellana explica que la implementación de tecnologías digitales permitirá mejorar la atención médica, agilizar los diagnósticos y optimizar los recursos del sistema sanitario. “La digitalización no solo beneficia a los pacientes, sino que también abre nuevas oportunidades para las empresas farmacéuticas en términos de investigación y desarrollo”, asegura.

Asimismo, resalta la importancia de fortalecer la colaboración entre los sectores público y privado. “El futuro de la salud en México no puede depender de esfuerzos aislados. Necesitamos construir puentes entre el gobierno, las empresas y la sociedad civil para garantizar que los avances científicos se traduzcan en mejoras reales para todos”, concluye.

Un llamado a la acción

Orellana cierra la entrevista con un mensaje contundente: “La ciencia está avanzando a pasos agigantados, pero su impacto solo será real si logramos transformar esos avances en acceso y equidad. La industria farmacéutica tiene la responsabilidad de liderar este cambio, pero necesitamos trabajar juntos para que sea sostenible y efectivo”.

Así es, la industria farmacéutica no solo enfrenta grandes retos, sino también enormes oportunidades para marcar la diferencia en la vida de millones de personas. Innovar, colaborar y garantizar el acceso serán los pilares fundamentales para construir un sistema de salud más justo y eficiente en México.

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