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Gasto en salud y medicamentos en 2024

Columna INEFAM

El pasado 08 de septiembre el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O presentó, ante la Cámara de Diputados, la iniciativa de Ley de Ingresos para el último año del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Enrique Martínez Moreno/José Carlos Ferreyra López

La iniciativa es parte del “paquete económico”,  que también contiene los “Criterios Generales de Política Económica”, donde se establecen los principales supuestos del comportamiento macroeconómico de nuestro país para el cierre del presente año, así como del próximo, y con ello, establecer bases para la generación de los ingresos requeridos por el sector público y el Proyecto del Presupuesto de Egresos (PPEF) de la Federación en el que se detalla el gasto a realizar en sus distintos rubros.

Dicho paquete se pondrá a discusión de los legisladores de ambas cámaras y en su momento para su aprobación antes del 15 de noviembre.

El 2024 se observa un tanto optimista por parte del gobierno federal, frente la expectativa de lograr un[FT1]  crecimiento de la economía de 2.6% e inflación al consumidor de 3.8%, junto con un tipo de cambio que podrá promediar 17.6 pesos por dólar estadounidense, aunque con una tasa de interés de referencia en los dos dígitos (tasa 1), lo que reconoce la dificultad del objetivo inflacionario, a pesar de la continua desinflación observada desde hace algunos meses.

Tabla 1

Con dichas expectativas, acompañada por otros indicadores, el gasto a realizar en 2024 superará los 9 billones de pesos (bdp), y en el que el gasto social tiene la mayor participación con 48%, al concentrar 4.38 bdp. Destaca el gasto en pensiones y jubilaciones con prácticamente 1.5 bdp, con un crecimiento superior a 7% respecto a 2023, donde la pensiones para adultos mayores es superior a 465 mil millones de pesos (mmdp), con un acelerado crecimiento que ya ha más que duplicado su monto respecto al inicio del sexenio, y que justo ocurre en un año dominado por las elecciones presidenciales, que será particularmente un factor de presión para concluir las obras emblemáticas como el tren maya (tabla 2).

Tabla 2

Dentro del gasto social se considera el gasto destinado a salud, que resulta de sumar los rubros específicos dedicados para esta función por parte de las instituciones públicas más importantes como la Secretaría de Salud, de la Defensa Nacional, de Marina, IMSS, ISSSTE, PEMEX, así como las aportaciones federales (FASSA, ramo 33) etiquetadas ex profeso, provenientes de los diversos ramos de gasto (tabla 3). Es notable la reducción en el ramo 12 del 56%, correspondiente a la Secretaría de Salud, que significa un recorte de 114.5 mmdp y que son reasignados al nuevo Organismo Público Descentralizado IMSS-Bienestar (que contará con 128.6 mmdp), creado apenas hace un año y cuya estructura orgánica y normativa aun está en proceso de implementación.

Este cambio en el presupuesto ocurre ante la desaparición a fines de noviembre del malogrado Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) por la reforma a la Ley General de Salud, que hace del todo responsable al IMSS-Bienestar en atender a la población sin derechohabiencia a través de federalizar los recursos financieros y materiales de los Servicios Estatales de Salud con el propósito de universalizar al sistema de salud de manera tardía, ya que fue un propósito de principio de sexenio y que ahora se trata de hacer, nuevamente, con prisas y ciertamente con tropiezos.

El gasto en salud tendrá un crecimiento nominal de 10.7% y estará cercano a los 990 mmdp, lo que significa un crecimiento superior a los 100 mmdp entre 2023 y 2024. Desafortunadamente este sector se ha visto con subejercicios muy marcados, lo que contrasta con los presupuestos aprobados y que en realidad no han garantizado la atención de los pacientes.

Tabla 3

Grafica 1

Dentro del gasto en salud, se contempla el gasto para medicamentos, así como para dispositivos médicos y material de curación (indebidamente identificados como “insumos” para la salud, situación que deberá ser de observancia entre todas las instituciones identificarlos bajo sus denominaciones reconocidas por ley). En el caso de medicamentos, se registra un crecimiento nominal de 18.75%, y con ello, superar los 102 mmdp, después una caída notable en 2023, cuando el presupuesto de vacunas fue sustancialmente reducido (y por cierto, con muy bajo ejercicio). Por su parte, dispositivos médicos, material de curación y servicios vinculados al equipamiento médico, muestra un crecimiento de 10.5% para 2024, de manera que alcance los 48.5 mmdp y así mantener un crecimiento continuo en lo que va del sexenio.

Tal escenario se lee como una excelente noticia, pero el hecho del fenómeno de compras desordenadas en la actual administración ha motivado el incremento en los precios que hace de los presupuestos ineficientes. El paso por UNOPS más la pandemia por la COVID-19, así como los desatinos de las compras en manos de INSABI, han marcado al sector con desabastos continuos que no parecen resolverse al cierre del actual sexenio.

Tabla 4

El mayor incremento en el gasto de medicamentos se espera ocurra en IMSS, con poco menos de 18 mmdp, en tanto que ISSSTE muestra una sensible reducción cercana a 1.8 mmdp que es del todo inaceptable ante las necesidades crecientes de sus derechohabientes (Tabla 5).

Tabla 5

En el caso particular de IMSS-Bienestar (IMSS-B OPD en la tabla) es apenas de 408 mdp, aunque en realidad tendrá recursos provenientes de los otros ramos (12, 19 y 33), así como aquel que derive del programa de atención y medicamentos gratuitos ubicado en el ramo 47, mismo que corresponde a este nuevo organismo, más de los acuerdos firmados con los estados que en definitiva deberán entregar sus presupuestos al OPD con el riesgo de no contar con recursos propios ante cualquier contingencia.

Los dispositivos médicos, material de curación y servicios, tendrán el  mayor crecimiento en el IMSS con más de 6 mmdp, en tanto que SSA e ISSSTE muestran recortes y el IMSS-Bienestar solo registra 245 mdp, situación que será de observancia en la medida que ocurran compras públicas y particularmente ante compras consolidadas de estos bienes para complementar los requerimientos en el último año de sexenio.

El reto para mejorar las condiciones de salud es mayúsculo y no sólo depende de tener más presupuesto, pues se trata también del compromiso para su correcto ejercicio con compras públicas anticipadas y ordenadas, de manera que minimicen en fenómeno de compras emergentes que han usado las instituciones discriminadamente al no contar de manera oportuna con los bienes terapéuticos provenientes de procesos licitatorios como ocurre con las compras consolidadas. De igual manera, los primeros esfuerzos de OPD IMSS-Bienestar, ahora con recursos propios, deberá mostrar capacidad para rectificar el camino, si es que en algún momento del sexenio se tuvo.


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