Columna INEFAM
- Las evidencias cuantitativas ofrecen una narrativa muy distinta a la planteada por el secretario de Salud. Los testimonios de pacientes, las organizaciones que los representan y preocupaciones de médicos especialistas hacen notar frecuentemente la falta de insumos y confirman esa historia que el presente gobierno niega y no quiere ver.
- A cambio, prefiere presumir ahorros antes que hacerse responsable de las muertes por falta de atención, daño presente y futuro al sistema de salud que, sin duda, tendrá costos muchos mayores. En fin, en salud la austeridad no aplica. Ahí, la austeridad mata.
Enrique Martínez Moreno / José Carlos Ferreyra López
El sello del gobierno actual es la austeridad, la cual, en el gasto público es sinónimo de la nula compra de medicamentos esenciales para atender pacientes con diversas enfermedades, desde el síndrome metabólico hasta diversos cánceres que demandan de manera puntual quimioterapias.
Lo anterior se agravó durante la “sana distancia”, donde la mayoría de las consultas para pacientes “no Covid-19” fueron suspendidas, así como cirugías, dejándolos a su suerte y quienes quizá sean parte de las estadísticas de decesos. De hecho, con información de INEFAM, 2020 cerró con rezago de casi 28% en piezas respecto a 2019, en el cual proliferaron adjudicaciones directas que superaron más de 6,300 procesos, con 40% de piezas, lo cual representa cerca de dos terceras partes de los importes (tablas 1 y 2).
Tabla 1. Evolución de Compras de Medicamentos, 2019-2020
Fuente: Elaboración propia, con información de INEFAM.
Tabla 2. Estructura de Compras de Medicamentos, 2019-2020
Fuente: Elaboración propia con bases de INEFAM.
Austeridad que se extendió, con lamentables desatinos en los primeros meses de 2021, donde las instituciones de salud han enfrentado total incertidumbre sobre los resultados de las compras a través de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), que sigue sin emitir resultado alguno hasta el 31 de mayo.
En la conferencia mañanera del jueves 27 de mayo, [1] del presidente Andrés Manuel López Obrador, el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, hizo un recuento sobre el avance de las compras de medicamentos con dicho organismo internacional en el cual señaló que se adquirieron para el sistema de salud 730 claves de medicamentos, las cuales suman 724 millones de piezas, por un importe emitido en ocho pagos a UNOPS que suman 43.28 mil millones de pesos (mmdp), y con ello, “cumplir” con el derecho a la salud, consagrado en el Artículo 4, de la Carta Magna de este país.
Dichas declaraciones distan de la realidad y faltan a la verdad, pues el secretario Alcocer Varela, en su intervención, retomó el comportamiento de las compras consolidadas entre 2012 y 2018, mientras que arremetía contra el “periodo neoliberal”. Narrativa donde afirmó que el beneficio de las compra consolidadas fue para “algunas empresas, proceso enmarcado en corrupción. Y a través del cual se compró muy caro”. Sin embargo, hasta la fecha no existe demanda judicial alguna por esos hechos, y, en cambio, este gobierno ha sido y es el forjador del mayor desabasto de medicamentos vivido en el país.
Lamentablemente, dichas afirmaciones son parciales, con datos sesgados y con una enorme carga dogmática y demagógica que desemboca en un acto electorero, donde explotan nuevamente la capacidad de erigirse como “héroes” de sus errores sin empacho alguno, y, por enésima ocasión, mintiendo a los mexicanos.
¿Cuál es la realidad en el proceso de compras públicas de medicamentos?
Hay una serie de aspectos que el secretario no se atrevió a describir o no sabe:
Las compras consolidadas iniciaron en 2013, no en 2012, por lo cual las cifras expuestas contienen esta diferencia. En este espacio[2] evaluamos las compras consolidadas y ofrecimos indicadores incluso para 2019 y 2020. Demostramos que la mayor eficiencia ocurrió en 2016 y 2017, tras esfuerzos de proveedores e instituciones compradoras. Tal situación cambió radicalmente, pues en los dos años del actual gobierno se ha registrado la mayor deficiencia y enorme dispersión de precios.
En cuanto al actuar de UNOPS en las compras consolidadas 2021, en la última semana de mayo se esperaba que publicara abiertamente los resultados, pero apenas emitió correos electrónicos notificando a algunos laboratorios farmacéuticos oferentes lo que se les ha asignado, ello no significa firma de contratos ni mucho menos desplazamientos de sus productos tan esperados.
Escenario que denota las “prisas” a la que dicha oficina ha sido sometida con el propósito de ofrecer “algo que decir” al secretario Alcocer, que se lee como una verdad a medias. Razón que deja dudas abiertas para constatar si efectivamente UNOPS ha recibido los ocho pagos de parte del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) que, según su propio manual de adquisiciones, exige se le traslade por adelantado para garantizar el pago a proveedores. Dichas transferencias no han sido notificadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en los últimos reportes sobre las finanzas públicas hasta ahora.
Algunas entregas relevantes
Las empresas ofertantes deberán evaluar si firman contratos (más el tiempo que esto lleve en documentación y trámites regulatorios) y sostengan sus compromisos para producir, así como realizar entregas en función de una adecuada calendarización. En todo caso, será posible que algunas entregas relevantes ocurran en el inicio del último trimestre del año, amén de que el sistema de logística y distribución contratado por el Insabi, responsable de esta actividad, opere idóneamente con lo que se garantizan las entregas a las unidades médicas y, por lo tanto, se emiten pagos a los proveedores.
Según las cifras citadas anteriormente (tercer párrafo de este artículo), se “adjudicarían” 61.7% de las claves convocadas por UNOPS, que representan solo 45% de las piezas y aproximadamente 62% de los importes, en comparación con los requerimientos totales solicitados a los proveedores interesados en diciembre de 2020 (los “Llamados a Licitar o “ITB”) Véase esquema 1.
El titular de la Secretaría de Salud (SSA) aseguró que el importe entregado a UNOPS representa 75.6% al momento, ello significa que el monto total a asignar es por 57.25 mmdp. Es decir, faltan por asignar 13.97 mmdp, y al menos, 842 millones de piezas (55% restante), ¡la cantidad de piezas faltante es enorme!
Una contradicción más confirmada
En este sentido, aseguró que “ahorraron” 11.88 mmdp, es decir, 17.2% respecto al importe total estimado en 69.22 mmdp (muy aproximado al estimado por el equipo INEFAM), cifra que no es evidente en este momento ni existe manera de comprobarlo.
También aseveró que se han “entregado” entre las instituciones 60 millones de piezas, que confirmó su propia contradicción de lo que supuestamente se ha adquirido, pues en los primeros cinco meses del presente año representan solo ¡el 8.7% de lo adquirido!
Al revisar dichas “entregas”, observamos que coinciden plenamente con las cantidades correspondientes a las compras directas de 142 claves de medicamentos de patente y fuente única (para todo el año 2021), así como claves de medicamentos genéricos “prioritarios” para cubrir necesidades del primer trimestre del año en curso (estas claves fueron negociadas entre diciembre 2020 y febrero 2021 en su mayoría). A decir verdad, solo han ocurrido ínfimos desplazamientos hasta esta fecha a los frecuentes errores en la emisión de “órdenes de compra” por parte de UNOPS y nula coordinación con Insabi, así como con el resto de las instituciones de salud y operadores logísticos encargados para esta labor. Por lo tanto, se trata de otra imprecisión a “modo” para hacer creer que se “cumple” cuando en realidad dista mucho de serlo.
En consecuencia:
Con fundamento en la información disponible de la apertura de ofertas de los ITB de UNOPS, del 05 de febrero del año en curso, se precisa que:
- Hay 312 claves con una o más ofertas, que deberían asignarse o ser declaradas desiertas (por tema de precio o documentación). Estas claves podrían representar el monto faltante por asignar.
- 141 claves que no recibieron oferta alguna y que deberían ser adquiridas por cuenta propia de las instituciones, según las instrucciones del Insabi (Oficio Circular No. Insabi-UCNAMEM-CA-91-202, 26 de febrero,[3] conocido como “sálvese quien pueda”), así como otra serie de claves de medicamentos no contemplados en consolidación y algunos más que claramente se empalman con lo que está pendiente por adquirirse y que seguramente, ante los atrasos ocurridos, de nuevo se adquieran a precios altos y en pocas cantidades.
Esquema 1. La estructura de Compras de Medicamentos vía UNOPS y sus Avances
Fuente: Elaborado por el Instituto Farmacéutico (INEFAM) con información de ITBs de UNOPS e Informe del Secretario de Salud el 27/05/2021.
Como puede observar el lector, aun hay muchos aspectos por definir y la apuesta al dúo UNOPS-Insabi no es el más atinado para garantizar resultados, por ello, ¡es insostenible el discurso de Alcocer Varela!
Entonces, ¿cómo han resuelto las instituciones públicas de salud ante tremendo atraso en 2021? Ha ocurrido exactamente lo contrario a lo señalado en la conferencia mañanera. Veamos:
En el primer trimestre del año, la compra de medicamentos registra una caída sustancial de 42.2% en piezas contra mismo periodo del 2020, al pasar de 312.5 millones de piezas a solo 180.5 millones de piezas respectivamente. En contraste, se registra una inflación generalizada del 10.31%; dicho porcentaje nunca se había observado en el sector público en al menos 20 años en el análisis de información en las bases INEFAM.
Adjudicaciones directas, principal vehículo
En el caso particular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la principal institución compradora, registra también una contracción de piezas que rebasa 45% (de 243.7 a 133,2 en los periodos respectivo) con una inflación del 11%.
Han ocurrido más de 1,000 procesos de compra, donde las adjudicaciones directas han sido el principal vehículo con más de 80% de los eventos, las cuales concentran más de 50% de las piezas y dos terceras partes de los importes. Como es de esperar, es en este tipo de compra donde ocurren los sobreprecios.
Por otra parte, en la revisión de los fallos emitidos en el presente año con corte en abril pasado, la presencia de adjudicaciones directas se incrementó hasta llegar a 90% de los eventos, 56% de las piezas y 33% de los importes (gráfica 2). Las licitaciones elevan su participación sin duda, pero al igual que las adjudicaciones directas, destacan sobreprecios que sugieren inflaciones superiores a las observadas en las compras en el primer cuarto del año.
Gráfica 1. Piezas e Importes, Comparativo Primer Trimestre de 2020 y 2021
Fuente: Elaboración propia con bases de INEFAM.
En conclusión, las evidencias cuantitativas ofrecen una narrativa muy distinta a la planteada por el secretario de Salud. Los testimonios de pacientes, las organizaciones que los representan y preocupaciones de médicos especialistas hacen notar frecuentemente la falta de insumos y confirman esa historia que el presente gobierno niega y no quiere ver. A cambio, prefiere presumir ahorros antes que hacerse responsable de las muertes por falta de atención, daño presente y futuro al sistema de salud que, sin duda, tendrá costos muchos mayores. En fin, en salud la austeridad no aplica. Ahí, la austeridad mata.
[1] https://youtu.be/sNynC-YDJjA
[2] Las compras públicas de medicamentos, bajo la lupa – Mundofarma
[3] https://lasillarotarm.blob.core.windows.net/docs/2021/03/10/insabiucnamemca912021.pdf