Columna Memorias del Futuro
La era digital no es para héroes unipersonales, es la era de la pluralidad, diversidad, conectividad e interacción dinámica. Esto implica un liderazgo colectivo, multiliderazgo, equipos y empresas líquidas y mutantes, donde se comprenda el liderazgo como un sustantivo colectivo, similar a cardumen, rebaño, follaje, manada; #LiderazgoEsPlural.
Ness Carballo
Por muchos años me llamó la atención que se le diera el nombre de “ciclo de vida” a una serie de fases por las que pasa un fenómeno que, un mismo ente, no volverá a cursar. El ciclo de un motor de explosión se entiende, pero ¿ciclo de vida de una mariposa? Huevo – larva – pupa – adulto; muerta la mariposa, no volverá a ser larva. Su huevo, cuando lo hay, iniciará un nuevo proceso ya conocido, de ahí que lo llamemos circular y que más propiamente es una espiral, como la del tiempo histórico. Cada año volvemos a la primavera, pero es definitivamente otra primavera; a eso le llamaron algunos pensadores “eterno retorno”, materialismo dialéctico, espiral creciente, entre otros conceptos. En la antigua Grecia no se enredaban con esto porque, a diferencia nuestra, tenían más de una categoría para el tiempo: Aión y Cronos, además de Kairos.
Espero haber captado tu atención con la artimaña anterior, una especie de falacia que quise presentar para enfocar tu atención en cómo los ciclos de vida de las marcas y productos se acortan cada vez más, y de la misma manera, el ciclo de vida de los equipos de trabajo, en la mayoría de los casos, como resultado de lo primero.
La profesora de Harvard, Amy Edmondson, advierte en sus trabajos sobre Teaming que los ciclos de vida de los productos eran largos y el trabajo era rutinario, lo que gradualmente permitía entenderlo mejor y, eventualmente, perfeccionarlo. Antes, se requería mucho tiempo para buscar la manera perfecta de ensamblar un automóvil, y una vez encontrada, se ensamblaba de esa misma manera durante largo tiempo. Sin embargo, para los empleados modernos, esta realidad ha cambiado. El entorno y los procesos cambian constantemente, por lo cual la innovación constante se ha convertido en una parte fundamental de la descripción de trabajo en cualquier empleo: «Necesitamos hacer algo, reflexionar y analizar rápidamente, y luego, aprender a aprender; esas son las habilidades críticas de hoy» —señala la experta.
La guerra de los antihipertensivos fue más prolongada que la sucesión generacional de cefalosporinas (sobre las cuales Cofepris emitió una alerta el mes pasado). Ahora vemos otra modalidad con las terapias a base de radioligandos, con Novartis al frente por ahora, y también en el mercado de genéricos en América Latina, al que Eurofarma, a través de Genfar, ha ingresado con particular vigor.
En cuanto a la adopción de nuevas tecnologías para la gestión empresarial, como la inteligencia artificial, temida por algunos, seductora para otros y sorprendente para todos, el fenómeno de los “ciclos” que se acortan es igualmente claro. Lo que no luce con igual claridad es la renovación del talento humano en la práctica positiva y empírica. Los conceptos de “reskilling” y “upskilling” ganan importancia en las “newsletters” y, en algunas disciplinas, sobre todo técnicas, se están materializando, pero no así en una cuestión central de las relaciones humanas vinculadas con la productividad empresarial y la competitividad económica: el liderazgo.
Hay, de facto, una regresión en la materia. Estamos volviendo a las teorías de rasgos y comportamientos del líder. El liderazgo transformacional, que se originó antes de las redes sociales, la revolución 4.0 y la crisis sanitaria del Covid-19, predomina en la oferta académica de las escuelas de negocios. El “gran invento”, lo digo con cínico sarcasmo, es el liderazgo resiliente, como dicen quienes ignoran el término “longanimidad” en español, y que promueve tolerar lo intolerable. Me recuerda cuando las sucursales bancarias pensaron que resolverían el problema de las filas de espera colocando sillas…
La era digital no es para héroes unipersonales, es la era de la pluralidad, diversidad, conectividad e interacción dinámica. Esto implica un liderazgo colectivo, multiliderazgo, equipos y empresas líquidas y mutantes, donde se comprenda el liderazgo como un sustantivo colectivo, similar a cardumen, rebaño, follaje, manada; #LiderazgoEsPlural.
Es necesario que los equipos desarrollen competencias para anticiparse a la cortedad de su “ciclo de vida”, por ejemplo, resultabilidad, suprainteligencia, mentalidad Value-Forward, seguiderazgo, liderabilidad y, por supuesto, teaming. Este es el espíritu del neoliderazgo, el modelo de Ness & Fibonacci, una propuesta apenas para iniciar la metamorfosis del liderazgo y la evolución de los equipos de trabajo en “ESQUADS”. ¿Tú qué opinas?
Soy Ness Carballo y quisiera saber tu punto de vista, conversemos en las redes.
@NessCarballo