Esta puesta en escena es mucho más que una historia de fantasmas; es una exploración sobre cómo el miedo puede infiltrarse en la vida cotidiana y cuestionar las creencias más profundas. La obra utiliza el suspenso como un recurso para exponer las vulnerabilidades humanas, recordándonos que el verdadero terror reside en nuestra incapacidad para controlar lo desconocido.
Arturo Rivas
En mi historia personal siempre ha habido fantasmas cerca. Desde la casa de mi madre, la convivencia familiar estuvo marcada por historias de fantasmas y aparecidos, que como nota al calce no son lo mismo, pero esa parte será contada en otra ocasión.
Así fue, en el marco de Halloween y el Día de Muertos, el Teatro Xola presenta «2:22: Una historia paranormal», una obra que sumerge a los espectadores en un escalofriante viaje entre el escepticismo y lo sobrenatural. La historia sigue a Sam y Eli, una pareja que se muda a una casa donde la tensión entre lo racional y lo inexplicable se manifiesta cada vez más.
Pragmatismo y escepticismo
Eli percibe una presencia misteriosa en su hogar, mientras que Sam, pragmático y escéptico, se niega a aceptar la posibilidad de lo paranormal. La trama se intensifica cuando los amigos de la pareja, Laura y Fer, se unen a ellos en una cena que se transforma en una noche de misterio y suspenso. Todo apunta a las 2:22 a.m., el momento en el que la línea entre la realidad y lo desconocido parece desdibujarse.
Confrontación entre la lógica y lo inexplicable
La obra se centra en la confrontación de dos perspectivas opuestas: Eli, quien siente que algo amenaza su seguridad, y Sam, quien se mantiene firme en su racionalidad. A medida que la hora clave se acerca, el espectador es llevado a cuestionar los límites de la razón y si realmente existe algo más allá de lo visible. El juego entre la lógica y la fe en lo paranormal es el eje de esta narrativa, donde los personajes se enfrentan al miedo de lo desconocido.
Energías inexplicables
Julio Vallado, en su rol de Sam, aporta un enfoque auténtico al personaje. Al igual que su personaje, Vallado es alguien que no cree en fantasmas, aunque acepta la existencia de energías inexplicables. Esta conexión con su personaje le permite transmitir una interpretación creíble y poderosa, en la que la negación y la lógica se mezclan con momentos de duda ante los sucesos que escapan a su control. La interacción entre los cuatro personajes principales añade profundidad y variedad de emociones a la obra, logrando un equilibrio entre lo racional y lo emotivo.
Una escenografía envolvente y minimalista
La atmósfera inquietante de «2:22» está acentuada por una escenografía cuidada que transforma el escenario en un espacio de misterio. La iluminación y el sonido, en conjunto, crean una sensación de tensión constante, envolviendo al espectador en una experiencia inmersiva. El diseño de producción es minimalista pero eficaz, permitiendo que el enfoque se mantenga en los personajes y sus reacciones ante lo desconocido. La repetición de la hora clave agrega un ritmo constante, elevando la sensación de una cuenta regresiva hacia el desenlace.
Una exploración de la creencia y el escepticismo
A través de los personajes, la obra explora temas como la duda, la fe y la percepción de lo paranormal. Sam representa la lógica y la negación de lo inexplicable, mientras que Eli encarna el miedo y la vulnerabilidad ante lo que no puede entender. Esta dualidad no solo refleja los diferentes enfoques hacia lo sobrenatural, sino que también cuestiona cómo nuestras creencias afectan nuestra manera de enfrentar el miedo.
Experiencia teatral única
«2:22: Una historia paranormal» ha sido bien recibida por quienes buscan una experiencia teatral envolvente. A diferencia del cine, la obra invita al espectador a vivir el suspenso en tiempo real, potenciando el impacto emocional con una conexión directa en cada función. La obra no se limita a provocar sustos; se enfoca en la tensión psicológica, explorando cómo lo inexplicable puede sacudir nuestras certezas más profundas.
En definitiva, «2:22» es una recomendación obligada para quienes desean experimentar el suspenso y explorar las emociones humanas frente a lo inexplicable.
RECUADRO
Horarios y detalles de la función
Lugar: Teatro Xola
Funciones: sábados, 18:00 y 20:45 horas; domingos, 18:00 horas.
Clasificación: Apta para mayores de 15 años
Duración: 90 minutos
Boletos: En taquilla y plataformas digitales