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Distribuidores y farmacéuticas han soportado al sector salud

Columna InFarma


A pesar de la evidente crisis de desabasto que hay en el sector salud desde hace algunos meses, tanto por la llegada del nuevo gobierno como por el cambio en el modelo de licitación y distribución de medicamentos, la salud de los mexicanos sigue siendo una prioridad y las instituciones se mantienen en operación gracias al apoyo de la industria farmacéutica en general.

Jorge Arturo Castillo

Hay veces que hay que poner los puntos sobre las íes y justo ahora es ese momento. La verdad es que sin el apoyo de los distribuidores de medicamentos y de las empresas farmacéuticas, en este momento la crisis del sector salud sería mucho más grave.

Por lo anterior, es importante reconocer, sin duda alguna, la gran labor que están haciendo las instituciones del sector, pero el costo financiero de la misma lo están asumiendo las empresas de este rubro, lo cual podría dañar su viabilidad futura.

Recordemos que en este mes de junio, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) hizo una solicitud de medicamentos a todos los proveedores por un monto de 1,421 millones 095 mil pesos para la adquisición de 834 claves de medicamentos a nivel nacional en una compra consolidada para abastecer en este año.

Esas claves, cabe destacar, son vitales para el mediano funcionamiento del ISSSTE, además de que ayudarían a destrabar los cuellos de botella existentes, pero además, a la fecha, todavía no se tiene un calendario de pagos para quienes participen, lo que obligará a reducir la cantidad de ofertantes. 

Como se ha dicho mucho por diversos actores, en especial por la Cámara Nacional para la Industria Farmacéutica (Canifarma), el instituto viene arrastrando un adeudo importante por la compra de millones de piezas de medicamentos que ya fueron distribuidas y entregadas a los pacientes. No olvidemos que, incluso, hay adeudos desde 2017.

El adeudo con la industria farmacéutica en 2018 es de 2,204 millones 200 mil pesos, y en 2017, la deuda aún pendiente es por 1 millón 170 mil pesos. En 2019 el ISSSTE ya tiene una deuda vencida por 705 millones 031 mil pesos, monto que ya forma parte del presupuesto autorizado para este año, pero, reitero, todavía no hay fecha de pago.

Aquí cabría preguntar, ¿cómo es posible que el ISSSTE esté participando en la compra consolidada de medicamentos del segundo semestre del 2019, si aún no paga sus deudas de 2017 y 2018, con el sobado argumento que no tiene dinero? ¿No sería ilegal que esta institución participara en una licitación sin tener presupuesto?

¿Qué significa lo anterior? Que la industria farmacéutica ya tiene una gran preocupación por la garantía de pago. El procedimiento que se sigue en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) es muy claro: si las instituciones no tienen suficiencia presupuestal, no deberían de participar en la compra consolidada.

La Asociación Nacional de Distribuidores de Insumos para la Salud (ANDIS), que dirige Carlos Ramos, ha expresado al respecto que confía en que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dé salida a esta situación que ya pone en una delicada situación a una industria -tractora de crecimiento- que genera aproximadamente el 0.8 % del Producto Interno Bruto (PIB), además genera 100 mil empleos directos, así como más de 500 mil empleos indirectos.

Las dudas que se generan sobre la viabilidad financiera del ISSSTE son muy grandes: ¿quién les va a creer a estas instituciones que van a pagar en 30 días a las farmacéuticas si llevan año y medio sin pagar? En teoría, y sólo en teoría, la lógica indica que se tendrían que liquidar las deudas más viejas primero.

El botiquín

Urge que el gobierno dé a conocer el calendario de pagos de los años anteriores, 2017 y 2018, porque ello abonará a la confianza y certidumbre en las instituciones del sector salud.

Más que nunca urge un calendario de pagos del sector salud a la industria farmacéutica.
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